La irrupción del fenómeno Syriza, lejos está de detenerse o perder fuerza. Cada día que pasa genera nuevos debates, confrontaciones y entusiasmo de trabajadores y jóvenes. El gobierno de Alemania encabezado por Merkel, pretende seguir ahogando al país heleno negándose a aceptar la voluntad de cambio del pueblo. La gira de Tsipras y su ministro de economía Yanis Varoufakis evidenció la simpatía de millones con Grecia y la necesidad de la Unión Europea y el poder imperialista de evitar ceder ante Syriza, para que no se vuelva un efecto contagio en otros países. La reunión del Consejo Europeo, confirmó que estos sectores están ante un gran dilema; sino aceptan una negociación distinta Grecia puede terminar no pagando, y si lo aceptan el andamiaje de austeridad se cae en Grecia y otros países pedirán un trato similar. Se evidencia así, que la fuerza de los procesos de cambio actúa dentro y fuera de sus fronteras nacionales. Al cierre de esta edición continúa el chantaje y el ultimátum contra Grecia a quien le exigen que cumpla ¿Qué hará Tsipras? ¿Podrá sortear semejante presión manteniendo en esencia su compromiso con el pueblo? Hasta hoy así se mantiene y esperamos que continúe, el viernes se espera el anuncio de medidas sociales. La realidad de las próximas semanas irá confirmando o no este curso. Lo que va quedando claro es que ya nada será como antes. Vivimos tiempos de tensiones, será con avances y también con contradicciones y problemas. Syriza está en medio de una difícil negociación y veremos cómo sale de la misma. Desde el MST – Nueva Izquierda, seguiremos difundiendo este proceso y socializando cada paso positivo y también los debates, críticas o problemas que vayan surgiendo. Al servicio de esto, iremos publicando distintas visiones sobre los apasionantes días que vive Grecia. En este caso, reproducimos extractos de un artículo de Stathis Kouvelakis, dirigente del ala más radical de Syriza y una breve reflexión del economista marxista Michel Husson.
Las coordenadas de una situación compleja
¿Se puede reprochar al gobierno griego de no haber hecho subir suficientemente las pujas declarando de forma unilateral una moratoria total de la deuda (reembolso e intereses) para establecer una mejor correlación de fuerzas? Evidentemente, en abstracto se le puede hacer ese reproche, pero aquí nos guardaremos de adoptar una posición de sobrepuja que, sin duda, resulta demasiado fácil cuando no se es más que un observador a distancia.
El balance de lo que no es más que un primer round no es tan malo. El posicionamiento del gobierno griego se ha basado en una mezcla, en principio bien dosificada, de firmeza sobre las orientaciones y de apertura a una negociación «razonable». Esto ha bastado para hacer salir al BCE del bosque y revelar -por si fuera necesario- su verdadera naturaleza, al servicio de los intereses de las finanzas. Y sobre todo, el gobierno ha ganado en legitimidad: en Grecia mismo, mostrando que hace frente a las presiones de las finanzas, pero también en el conjunto de Europa donde el apoyo a la experiencia llevada a cabo por Syriza tiene ahora un objetivo preciso, el de soltar la tuerca del BCE sobre Grecia.
También hay que comprender que el gobierno griego lucha en dos frentes: contra el peso de la deuda y por tanto contra el rigor de las instituciones europeas, y contra la oligarquía. Sin duda es este segundo combate el más decisivo para, más allá de las medidas de urgencia, poner a Grecia en el camino de un modelo de desarrollo más estable y por tanto más igualitario. Ahora bien, los ritmos no son los mismos: en el frente de la deuda hay urgencia, pero el combate antioligárquico implica poner en pie las (buenas) reformas estructurales y esto tomará más tiempo. La estrategia consistente en arreglar temporalmente, e incluso si es a minima, la cuestión de la deuda, puede permitir reorientar más rápidamente la acción política sobre la situación interna…
Grecia vive uno de esos períodos en los que la historia se acelera, en los que las correlaciones de fuerzas se modifican rápidamente. Su gobierno y su pueblo están confrontados a intereses poderosos que no aceptan la victoria electoral de Syriza, la victoria de un «voto insurreccional» según el Financial Times. El apoyo a la experiencia llevada a cabo en Grecia no puede y no debe ser incondicional: sería el peor de los servicios que se le pueden hacer. Este apoyo debe basarse en un análisis lo más detallado posible de la evolución de la situación, con sugerencias y críticas. Pero la tarea más urgente y la más determinante es construir, en toda Europa, la resistencia a las presiones que sufre Grecia y romper su aislamiento.
Michel Husson (extractos)
Hacia el choque frontal
…En realidad, Alexis Tsipras no ha realizado ninguna concesión de fondo. Es verdad que ha evitado utilizar la palabra «anulación de la deuda», pero ha insistido con fuerza sobre su carácter inviable y reivindicado su «disminución» y «reestructuración». Además, en lo que respecta al restablecimiento del SMI al nivel de 2009 (751 €), si bien no ha anunciado su aplicación inmediata, se ha comprometido a restablecerlo a lo largo de 2015. En cuanto al resto de cuestiones, ha desgranado el programa de Salónica: medidas de urgencia para hacer frente al desastre humanitario (alimentación, restablecimiento de la corriente eléctrica, el transporte y la cobertura sanitara para todo el mundo), restablecimiento de la legislación laboral, supresión de los injustos impuestos sobre la propiedad, reforma fiscal para hace que los ricos paguen, fin de los privilegios otorgados a los media privados, restablecimiento de la RTV pública (ERT), hacer efectiva la participación estatal en la banca, acabar con la subasta de los bienes públicos (puertos, infraestructuras, energía), y fin de la represión de las movilizaciones populares.
Cuestión estratégica: Alexis Tsipras ha vuelto a decir que rechaza exigir la prolongación del actual «programa de ayudas» y también la tutela de la Troika. Y ha exigido la prórroga de la liquidez otorgada a la banca griega en base al reembolso de los beneficios realizados por los bancos centrales de la zona euro sobre la deuda griega, así como la prórroga de la capacidad de endeudamiento del gobierno griego. Finalmente, ha insistido en la necesidad de un presupuesto equilibrado, si bien ha rechazado que los excedentes primarios sean destinados al reembolso de por vida de la deuda, y a reciclar la autoridad. Ahora bien, incuso este compromiso en torno al equilibrio presupuestario parece difícilmente compatible con las medidas sociales anunciadas en una situación en la que los ingresos fiscales están anémicos.
Una reforma de gran valor simbólico, y de la que ha hecho un elogio vibrante, es la de la ley sobre la nacionalidad que otorga la ciudadanía a todos los hijos e hijas de la gente inmigrante nacidos en Grecia. Asimismo ha insistido ampliamente en el papel del recién creado Ministerio de Inmigración, subrayando su papel en la protección de los derechos humanos y de la dignidad de las personas, al mismo tiempo que ha exigido un cambio de las políticas europeas al respecto. Por si fuera necesario, esto muestra que la participación en el gobierno de Anel (Griegos independientes) no ha modificado en nada la posición de Syriza sobre estas cuestiones.
Así pues, ha desechado el núcleo duro de los Memorándum. Y ahí es donde se sitúa el punto de ruptura. Alexis Tsipras ha remachado bien ese clavo de varias formas. En primer lugar, refiriéndose a la importancia de la movilización social en Grecia y a la solidaridad internacional, de la que ha saludado su apoyo, en la batalla que libra el gobierno. También se ha mostrado muy firme sobre el hecho de que el restablecimiento de la soberanía nacional, la democracia y la dignidad del pueblo griego no se negocian; lo que en el contexto actual equivale a un llamamiento a salir a la calle…
..Sin duda, estamos a la víspera de acontecimientos que pueden hacer cambiar el curso actual de los hechos. En Grecia y en Europa. La «ecuación mágica» para una posible victoria se encuentra en la combinación de la determinación de la dirección griega, de la movilización del pueblo griego y de la solidaridad internacional.
Stathis Kouvelakis (extractos)
Syriza sube en las encuestas
La primera encuesta publicada en Grecia tras las elecciones que dieron la victoria a Syriza muestra el apoyo decidido que el pueblo griego está dispuesto a dar a su nuevo gobierno y sus políticas antiausteridad y de desafío a la Troika.
Realizada por MARC para Alfa TV, la encuesta se realizó entre el 12 y 13 febrero, con una muestra de 1.005 personas. En la misma Syriza no sólo incrementó sus resultados en las pasadas elecciones desde el 37% a 45,4%, si no que la inmensa mayoría de los participantes en la encuesta apoyan sus medidas y propuestas durante sus primeros días de gobierno.
Resultados:
SYRIZA 45.4% – NEA Dimokratia 18.4% – KKE 4.8% – Independent Greeks 4.7% – Golden Dawn 4.7% – To Potami 4.6% – PASOK 2.6% (4.68%)
Otro dato:
El 81,3% considera como “positiva” o “bastante positiva” la gestión de los primeros días del nuevo gobierno.