Poco antes de un nuevo aniversario del golpe genocida, el gobierno K de Beder Herrera decidió rendirle homenaje a la dictadura, desempolvando una de sus leyes para censurar al MST- Nueva Izquierda.
El sábado 14/03 visitamos la ciudad de Chepes, en campaña para declarar la emergencia en violencia de género y la depuración policial.
Recibimos a los medios locales en una conferencia de prensa y juntamos firmas apoyando la iniciativa.
Por la noche realizamos pintadas en paredes cedidas, en las que expresamos nuestras propuestas.
Cerca de las 22 hs, fuimos interceptados por un operativo policial, que nos termina llevando a la comisaría y luego de varias horas, nos informan que quedaríamos detenidos por el art. 45 de la ley provincial 4245 -sancionada en la dictadura-, que criminaliza la propaganda que «pudiere dañar los sentimientos de los funcionarios públicos o la institución policial» (sic).
Fuimos liberados 24 horas después, gracias a la presión ejercida por nuestra compañera Vilma Ripoll y todo el MST – Nueva Izquierda, las organizaciones de Chepes y a la gran cobertura mediática que recibió el caso.
Cabe recordar que el intendente local (en licencia) es el ministro de gobierno provincial, Claudio Saúl, quien se encuentra denunciado penalmente por abuso de autoridad y espionaje ilegal, frente al intento de infiltración en nuestra organización de un policía.
El PJ heredó las leyes, los métodos y el modelo social de Videla
Como a nivel nacional con Milani, en La Rioja el gobierno pretende enfrentar la crisis con más represión, censura y espionaje sobre las organizaciones populares.
Este ataque a la libertad de expresión, no pretendía silenciar nuestra voz solamente, sino que su fin último era disciplinar «con el ejemplo» a los miles de riojanos que salen a las calles descontentos.
A casi cuatro décadas del golpe, se repiten muchos de sus métodos porque el modelo social de acumulación que defienden los gobiernos, es esencialmente el mismo.
Por eso, a pesar del marketing progresista, hoy siguen en vigencia más de 1600 leyes de la dictadura que resguardan a los grandes terratenientes y monopolios industriales que se enriquecieron a partir de sus vínculos con las FFAA. Como así también las primeras reformas neoliberales del código minero y de hidrocarburos, que datan del genocidio. Años después fueron enfatizadas en los gobiernos del PJ, la UCR y con los kirchner, a niveles de entrega que la junta militar no se atrevió.
Durante los ’90 la consolidación de este modelo fue la privatización de las empresas y servicios públicos. En esta década desaprovechada, significó la entrega de nuestras riquezas naturales a las corporaciones más contaminantes del planeta.
Rodolfo Walsh dijo que el peor crimen que cometieron los genocidas fue imponer este modelo de «miseria planificada». Hoy sus palabras no pierden vigencia, como tampoco la necesidad de refundar la sociedad sobre una nueva base, gobernando para el pueblo y terminando con los privilegios de políticos y empresarios.
Estamos convencidos de que sí se puede. Este es el proyecto que levantamos desde la Nueva Izquierda también en La Rioja, donde al calor de la rebelión de la UNLaR decenas de jóvenes se sumaron a construir una alternativa política distinta para nuestra provincia. Alternativa que se prepara para dar la pelea en el terreno electoral y que en pocos días abrirá su primer sede en pleno centro de La Rioja.
La vieja izquierda otra vez funcional a quienes dice combatir. Ante este ataque a la libre expresión y a las conquistas democráticas del pueblo trabajador, es lógico suponer que la izquierda se sumó al repudio a la censura. Pero lamentablemente no fue así. El FIT no participó de las acciones de repudio que impulsamos junto a independientes. Y para el 24 de marzo actuaron todavía peor, negándose a coordinar con otras organizaciones, entre ellas la nuestra, y por supuesto no dijeron ni una palabra sobre este grave hecho.¿Esta es la mejor forma de pelear por el «Nunca Más»? ¿Se puede luchar contra la represión, la censura o el espionaje en abstracto, ignorando por cuestiones electorales acontecimientos que involucran a otras organizaciones de izquierda? Opinamos que no, el testimonialismo, el sectarismo y el electoralismo, son prácticas que la vieja izquierda debe superar.Dar testimonio con pronunciamientos no es suficiente para transformar la realidad. Pero cuando ni éstos existen, es legítimo reflexionar a qué intereses termina siendo funcional la vieja izquierda.
Leonel Acosta y Nicolás Aballay