MST - Movimiento Socialista de los Trabajadores Lunes 27 de Agosto, actualizado hace 4 hs.

Refuerzan la base británica en las Islas Malvinas. Una nueva agresión de los piratas

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A pocos días de un nuevo 2 de abril, la fecha con que los argentinos rememoramos el desembarco en las Islas Malvinas de 1982, los piratas ingleses acaban de anunciar un refuerzo del presupuesto dedicado al armamento de las islas de U$S 267 millones en 10 años.
Según señaló Michael Fallon, el secretario de defensa del actual primer ministro Cameron, en su informe a la Cámara de los Comunes, el refuerzo se hará con el despliegue de dos helicópteros Chinook para transporte de tropas, un despliegue mayor de los poderosos misiles antiaéreos Rapier, el acondicionamiento de puertos y de comunicaciones en bases de la Isla Soledad, entre otras medidas.
Esto se sumará al arsenal de la base militar de Mount Pleasant que cuenta con al menos 1.200 efectivos, aviones de última generación Typhoon y a los permanentes patrullajes que la flota de guerra británica realiza, utilizando muchas veces submarinos nucleares, en lo que ellos llaman «territorios de ultramar».
Los anuncios, realizados significativamente 15 días antes de las elecciones en Inglaterra, se basaron en mentiras de los funcionarios piratas, tales como que la Argentina sigue siendo «una amenaza muy viva» contra el archipiélago. Y que los rusos estarían por vendernos aviones supersónicos, para reforzar a un país que se viene «rearmando desde hace tiempo». Siendo nuestro país un grave peligro para su seguridad: «La principal amenaza a las islas siguen siendo las injustificables demandas de soberanía de Argentina».

El triste papel de Cristina y el gobierno K

Después de repudiar correctamente la creciente militarización de las Malvinas, el gobierno que dice defender nuestra soberanía, se contentó con indicar que no tiene ninguna posibilidad de ser un peligro «porque la Argentina no representa un peligro para nadie» (declaraciones de Daniel Filmus) y de reclamar por enésima vez que los piratas vuelvan a la mesa de negociaciones y acaten las resoluciones de los foros internacionales.
Los K han continuado la política de «desmalvinización» emprendida por todos los gobiernos argentinos desde la vergonzosa rendición de Galtieri en el 82. Esta siniestra política se basa en aprovechar el justo sentimiento de repudio contra los milicos de la dictadura, para señalar que nada se puede hacer más allá de los reclamos diplomáticos. Y este mensaje no ha variado, desde las «relaciones carnales» de Menem hasta la supuesta defensa de nuestra soberanía K.

La Argentina puede enfrentar al imperio

La realidad es que Argentina, pese a tener desmantelado toda su estructura militar defensiva, tiene armas poderosas contra los intereses piratas. En nuestro país existen inversiones multimillonarias de multinacionales inglesas en las áreas petroleras, de la megaminería, de los bancos, etc., como la British Petroleum, a la que Néstor Kirchner renovó la concesión por 40 años de Cerro Dragón, la región petrolera más rica del país.
Muchas de esas empresas, ante la mirada distraída del gobierno, violan abiertamente las leyes argentinas, ya que son socias de las multinacionales petroleras que bajo el comando kelper, intentan depredar los recursos de nuestra plataforma continental. Nuestro país conserva además los convenios entreguistas firmados por Menem con los británicos, que tienen plena vigencia.
Si expropiaramos a las multinacionales inglesas, el golpe a los intereses británicos sería más duro que un ataque militar. Esa no es ni fue la intención de los K. Si hasta cuando necesitan un transporte aéreo, se lo alquilan… a los ingleses.
Difícilmente este gobierno, haga algo distinto que los que le precedieron, para defender nuestros derechos sobre Malvinas. Pero los ingleses en algo tienen razón, es peligroso que sigamos reclamando la soberanía, porque detrás de ese reclamo está la voluntad de un pueblo que reclama sus derechos y que tarde o temprano encontrará la forma de hacerlos cumplir.

 Gustavo Gimenez