A pesar de la campaña gubernamental, los aprietes de las patronales y el nefasto papel de la burocracia sindical, la medida se sintió con fuerza en todo el país. Además del transporte, hospitales, escuelas y bancos, sectores de la CGT oficialista también se plegaron. La continuidad y la batalla por una nueva dirección sindical, a la orden del día.
Las ciudades amanecieron como si fuera un feriado. Los accesos y avenidas de los lugares más poblados, en todas las provincias, estaban prácticamente vacíos.
El hecho de que la inmensa mayoría de los gremios del transporte convocaran a la medida, potenció mucho la convocatoria. Pero también la incorporación de sindicatos que no venían haciendo nada, como la UOM, le agregó fuerza.
El gobierno se jugó a quebrarlo pero no lo logró. Entonces, ensayó dos argumentos para tratar de debilitarlo y minimizar el golpe recibido. Por un lado, con una dosis de cinismo importante, Kiciloff, Fernández, Randazzo y otras espadas oficiales insistieron con que se trataba de una medida «para beneficiar a los que más ganan que no quieren compartir con los jubilados». Lo paradójico es que quienes dicen eso ganan sueldos enormes, negocian pagar la deuda externa a las corporaciones a costa de nuestra soberanía y defienden acuerdos como el último con China, que no nos va a beneficiar en lo más mínimo.
Por otra parte, se volvió a decir que el paro de transporte obliga a la gente que quiere trabajar a no ir. Si no lo estuvieran diciendo quienes gobiernan el país, daría risa. Es obvio que cualquier medida de fuerza afecta el normal funcionamiento de las cosas, si no sería completamente ineficaz para reclamar. En cualquier momento, nos van a proponer hacer las movilizaciones los sábados… o los domingos a la tarde.
La burocracia, principal escollo
Para nosotros el paro fue importante porque permitió canalizar la bronca de millones por el retroceso en su nivel de vida. Si no fuera por el rol funcional al poder que vienen teniendo desde ya los sindicalistas oficialistas pero también los Moyano, Barrionuevo y demás popes de la burocracia opositora, el paro hubiera sido mucho más fuerte aún y más efectivo, que es lo que reclaman muchos trabajadores que ven que los paros aislados y sin preparación no logran torcerle el brazo al gobierno y avanzar en concretar los reclamos más sentidos.
Porque estos dirigentes, además de sacar la medida de un día para el otro y sin preparación en los lugares de trabajo; de hacer un paro «dominguero», sin convocar acciones unitarias; también se negaron a unificar el reclamo contra el impuesto a las ganancias con la batalla por un aumento general de salarios que responda a la más de la mitad de trabajadores que está por debajo de los $5000 y paritarias con aumentos sin cuotas y al básico, terminar con la precarización laboral, aumentar los presupuestos a salud y educación pública, 82% móvil, entre otros puntos. Demandas justas que la gran mayoría del movimiento obrero viene planteando hace años. Y levantar la puntería con un programa obrero alternativo que plantee una reforma tributaria progresiva donde se elimine el IVA, se anule el impuesto al salario y otros tributos al consumo y paguen más los que más tienen.
Desde nuestra Corriente Sindical del MST, junto a la CTA Autónoma y otros sectores levantamos un pliego que colocó esas demandas universales y con salidas de fondo. Para nosotros era fundamental hacer centro en el programa correcto y no solamente en el eje de ganancias, por supuesto justo pero insuficiente. Pero, aunque nos hicimos escuchar, no alcanzamos a desbordar a los jerarcas de la CGT que instalaron que el paro era exclusivamente por el impuesto, cuestión que terminó siendo aprovechado por el gobierno para confundir a un sector de trabajadores con su campaña.
Lo que hace falta
Aunque el gobierno recibió un golpe político y registró que la bronca popular desmintió todo supuesto repunte de su fracasado proyecto, nada indica que vaya a satisfacer las demandas colocadas el 31. Aunque no podemos descartar algún cambio cosmético en ganancias, queda claro que no será nada de fondo. Y que vamos a necesitar una lucha en serio para anular el impuesto y avanzar asimismo con las otras exigencias que venimos haciendo los trabajadores, y que motivaron cuatro paros generales antes de éste.
Por lo tanto, es clave debatir y preparar la continuidad de las medidas de lucha. No dentro de un año. Ahora. No debemos tener la menor expectativa en las bravu-conadas de los que hablan de un nuevo paro de 36hs, al tiempo que tienen en claro que las presiones desde abajo van a aumentar. En estos días, incluso la federación de Luz y Fuerza, ultraoficialista y carnera de los paros anteriores, está llamando a medidas. Hay que debatir en los lugares de trabajo y no dejar pasar el tiempo porque –como siempre- se nos viene en contra.
También hay que insistir con un programa que dé salida global a la situación que estamos viviendo, partiendo de las reivindicaciones de los distintos sectores que vienen reclamando. La plataforma consensuada por la CTA y la Multisectorial que integramos ha confirmado su vigencia y tenemos que utilizarla. Vamos por un nuevo paro de 36 hs, activo y un plan de lucha, por un programa alternativo por el salario y el trabajo, para que para que la crisis la paguen las grandes corporaciones y no los trabajadores, como quieren el gobierno y las variantes de la oposición conservadora.
Todas estas cosas, tienen que ligarse a dos tareas estratégicas. La primera, pelear por desalojar a la burocracia y avanzar en construir una nueva dirección para los trabajadores, apoyada en un nuevo modelo sindical donde la base decida todo. La segunda, hermanada con la anterior, avanzar en una alternativa política, que hoy pasa por intervenir en la batalla político-electoral en curso, apoyando un proyecto de cambio profundo como el que estamos construyendo con Alejandro Bodart, Vilma Ripoll y demás referentes en todo el país.
Guillermo Pacagnini
Testimonios del paro en el sector industrial
Paro total en Acindar Rosario a pesar de la UOM. Reportaje a Chelo Fernández, delegado
Una de las novedades del paro del 31 fue el recule de Caló. La libertad de acción que otorgó a último momento ¿qué opinás, a qué se debió?
La bronca se venía acumulando de mucho tiempo atrás, la quita salarial por el impuesto termina anulando los aumentos salariales que se consiguen en paritarias y que siempre terminan por debajo de los índices inflacionarios. Es decir la bronca es la respuesta al ajuste que el gobierno y la patronal aplican silenciosamente, mientras que ambos, al decir de Cristina, se la están llevando en pala.
¿Cómo actuó el cuerpo de delegados ante la inminencia del paro del 31?
Fuimos informando en todos los turnos y secciones que el cuerpo de delegados en su gran mayoría estaba a favor de parar, pero que las asambleas y las votaciones iban a ser quienes definieran el apoyo al paro o no.
¿Podés contar los resultados y desarrollo de las asambleas?
Hicimos asambleas por turnos y vimos el total convencimiento de los compañeros por parar, mientras estábamos resolviendo nos enteramos que Acindar Villa Constitucion paraba el 31, con este espaldarazo no quedan dudas en Rosario también se para. Los directivos de la UOM ni siquiera se hicieron presentes. Sólo hubo un par de votos por no parar. El apoyo fue casi unánime y no importaron las amenazas ni el descuento del día.
¿Qué reflexión final querés hacernos?
Cuando escucho que la presidenta dice que no somos solidarios, que somos una minoría que gana bien. Que nos llama egoístas con los compañeros que ganan $5.500, la bronca de todos es mayor. Somos perfectamente conscientes de que el egoísmo, la desigualdad, la injusticia social, sólo está generada por la avaricia de los dueños de la economía, de este gobierno y de los dirigentes sindicales que permiten que así sea. Y hoy, para que millones de compañeros trabajadores, jubilados y desocupados que están percibiendo menos de la mitad de la canasta familiar, reviertan su situación se hace imprescindible que la lucha tenga continuidad. Con el discurso K, que divide a los trabajado-res entre «egoístas y solidarios», se apunta a sacarse la responsabilidad de encima, porque es sabido que los K buscaron siempre dividir a los movimientos sociales, los sindicatos, los centros de estudiantes, los organismos de defensa de los derechos humanos y otras entidades populares, utilizando el poder del Estado. Y de esa manera ocultan su verdadero rol, que es el ajuste, beneficiando siempre a los «capitanes» de la industria, del campo y de las finanzas.
Contundente paro en FATE. Claudio Mora, Sec. Gral. Comisión Ejecutiva CTA autónoma San Fernando
El 30 de marzo desde las 22 hs dejaron de llegar compañeros para tomar las tareas en la fábrica. Así comenzaba con mucha fuerza, el paro nacional del 31/3 en FATE.
A pesar de la Comisión Directiva del SUTNA Central, que no convocó a parar y boicoteó el paro, por su incondicional apoyo al gobierno de Kristina y Scioli que con su política ajusta y deteriora día a día nuestros salarios. Y como si fuera poco desconociendo además, la voluntad de los compañeros que en las asambleas realizadas al ingreso de los turnos definieron sumarse al paro en contra de la precarización laboral, los accidentes laborales, la carestía de la vida por la inflación y la disminución cotidiana del poder adquisitivo y contra el impuesto al salario. El paro se hizo sentir de forma contundente.
Ni siquiera llegaron los micros de las seis de la mañana del 31, teniendo la empresa que contratar remises y camionetas para la retirada del personal de guardia de emergencia. Así siguió durante el resto de los turnos. Solo en pocos sectores asistieron algunos trabajadores que llegaron en sus propios autos.
La bronca se hizo escuchar tan fuerte que aún cuando el paro cesaba a las 22 hs del día 31, los trabajadores no asistieron a este turno tampoco, llegando a ser un paro que en FATE duró más de 24 horas. Luego del paro los trabajadores nos volvimos a reunir y reflexionando, vamos juntando voces y fuerzas para exigir que este paro no quede ahí, sino que esté en el camino de un plan de lucha real. Porque el salario no es ganancia, abajo el impuesto al salario. ¡Vamos por un paro activo de 36 horas!
FORD (Pacheco): a pesar de Pignanelli el paro se hizo sentir
A pesar de los aprietes de los delegados de Pignanelli, que amenazaron con que la empresa no iba a pagar el día, los trabajadores veníamos expresando el ánimo de parar. Para tapar la disconformidad de los obreros, la burocracia como portavoces de la empresa, ofreció no concurrir a trabajar, garantizando el 80% del día. Los trabajadores de FORD hace rato que venimos expresando bronca por el injusto impuesto a las «ganancias», al extremo que una gran mayoría ha dejado de hacer horas extras por el tremendo desguace que sufren los salarios por la aplicación de este impuesto. Y la propia empresa está muy preocupada por esta situación, ya que ve disminuída la producción y como empresa multinacional y negrera se niega a tomar más operarios y esto ha desatado un gran malestar entre los trabajadores, porque se rumorea que en junio empezarían con suspensiones. A pesar de que la burocracia nos soplaba en la nuca y nos sugería mantenernos fieles al modelo, los trabajadores de FORD paramos masivamente y seguimos batallando por nuestros reclamos.