Faltan algunos meses para las primarias nacionales. Y el sistema se desespera buscando acomodar las piezas para tener un recambio ordenado, que le garantice los negocios por otro período. El gobierno da batalla, aunque su dinámica es de declive. El parazo del martes 31 volvió a demostrar el estado de ánimo del grueso de los trabajadores del país. Volver a insistir con la falta de medios de transporte como medio para obligar a la gente a no trabajar fue el único recurso que ensayó la rosada, buscando minimizar el golpe recibido. La realidad debe mirarse al revés: si los dirigentes convocantes no fueran tan repudiados y antidemocráticos, el paro hubiera sido aún mayor y hasta hubiese podido expresarse en multitudinarias movilizaciones obreras.
Esto, naturalmente, se expresa en lo electoral, las PASO de Santa Fe y las de Capital no lo tienen ni de cerca como un actor protagónico. Lo mismo se avecina para las generales en Córdoba. En la interna presidencial Randazzo ha vuelto a pegarle a Scioli tildándolo como “candidato de sectores concentrados”, algo cierto, tan cierto como que forma parte del mismo proyecto político que el propio ministro de transporte desde hace 12 años. Buscando levantar la puntería, también en estos días se comenzó a levantar a Máximo Kirchner. Aunque algunos lo ubicaron como posible presidencial, La Cámpora estaría pensando en ponerlo como aspirante a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires.
Son todos intentos por contener a sectores de su antigua base social, que pueden abandonar al kirchnerismo más temprano que tarde en busca de opciones de cambio real.
En la oposición de derecha las cosas también están movidas. Macri intenta enfriar la interna del PRO en Capital. Una interna que él, apoyando a Larreta, se encargó de calentar. Michetti ha tenido algunos cruces con su jefe, pero aún sigue jurando lealtad. El jefe de gabinete del gobierno porteño se quiere mostrar como el que acompaña en la gestión a Mauricio, su contrincante dice que ella encarna un modo de gobierno más humano. El primero está detrás de todos los negociados que el jefe de gobierno sostiene en la Ciudad. El “perfil humano” de su contrincante se esfuma cuando se ve que el Ministro Montenegro –responsable de la represión en el Borda- es una de las apoyaturas. La realidad es que estas fracciones del PRO se están disputando los jugosos negocios que todos vienen haciendo en Capital. Massa se sigue desinflando y no se observa ningún síntoma de recuperación en su candidatura. Todos los días sale con alguna promesa, buscando no caerse de la disputa. Al igual que el kirchnerismo, se le van a pasar varias elecciones provinciales sin que pueda mostrar un solo dato favorable.
Por el lado de la desfigurada centroizquierda, la desaparición de UNEN y la retirada de Binner han generado un proceso de dispersión y desorientación total entre los antiguos socios. El PS se juega todas las fichas a una victoria en Santa Fe, pero ya abandonó cualquier proyecto nacional. Stolbizer se lanzaría para tratar de retener algo de ese espacio, pero además de testimonial, su candidatura no ofrece ningún tipo de perspectiva. No hay proyecto, ni propuestas, salvo el instinto de supervivencia de un sector de la política argentina que nunca quiso sacar los pies del plato.
Este escenario aumenta significativamente las posibilidades para que se conforme una opción a la izquierda de todas estas fuerzas políticas. Es tan grande el vacío político, que un espacio como ése se transformaría rápidamente en alternativa de gobierno, como se ha visto con Syriza en Grecia o puede pasar con Podemos en España. Sectores como el FIT de Altamira y De Gennaro-Lozano han definido evitar que esto pueda pasar. Pero el espacio para una herramienta nueva es enorme.
En Capital se puede dar un primer paso importante apoyando las listas de Alejandro Bodart, que está creciendo como referente y el 26 de abril puede dejar bien parada a la izquierda. Eso sería un impulso enorme, que seguramente comenzaría a manifestarse en el resto del país. Por eso invitamos a todos los que quieran un cambio real, a sumarse al MST-Nueva Izquierda, apoyando nuestra campaña en Capital y en todas las provincias y municipios.
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