Pasadas las elecciones primarias de la capital, son muchas las conclusiones políticas que arrojaron las mismas. Triunfo claro del PRO, concentración masiva de votos a los partidos del régimen y retroceso del espacio para la izquierda. Queda pendiente la necesaria unidad de toda la izquierda, rechazada equivocadamente por el FIT y Camino Popular.
Por un lado, se confirmó algo que claramente se preveía: un claro triunfo del macrismo en la ciudad, asentado en la sumatoria de sus candidatos. Y dentro de esto, el candidato de Macri, Larreta, terminó dando un salto en la última etapa de la campaña derrotando claramente a Michetti y evitando, por el momento, una crisis al interior del PRO. Aunque si bien Macri terminó logrando su objetivo, lo hizo no sin problemas; al haber quedado claro para los votantes de Michetti que el PRO no la apoyaba, está por verse ahora si en las elecciones generales todos sus votos irán a Larreta o, como es bastante probable, una parte importante vayan directo hacia Lousteau.
Este último, que en un sentido tiene elementos de colectora del PRO, ya que comparten el mismo frente nacional, viró su discurso las últimas semanas hacia un tono algo más crítico al macrismo y en ese cambio le torció a la vez el brazo al FPV e indirectamente a la propia Michetti, ya que una base social común, terminó sumando hacia Lousteau y haciendo bajar las posibilidades que de inicio parecía tener Michetti.
Otra conclusión importante es que el FPV no logró el segundo lugar y se alejó así de la posibilidad de ir a un ballotage con el PRO. Si bien el FPV se esforzó hacia el final de la campaña por intentar crecer más, no lo hizo lo suficiente como para ser segundo. Reafirmando que esta ciudad le es esquiva y con el costo interno de más peleas en la Cámpora de capital entre Recalde y Cabandié y varios pase de facturas mutuos.
Retroceso y menor espacio para la izquierda y el progresismo
Un dato muy importante, y malo para la izquierda y el progresismo, es que el PRO-ECO-FPV sumaron en conjunto casi el 90% de los votos. Y así, con ayuda de los grandes medios de comunicación, que como siempre intentan que se concentre el voto en dos o tres fuerzas del régimen, redujeron mucho las posibilidades de otras listas que teníamos una visión crítica e independiente de estos tres bloques. Las distintas listas de izquierda, veníamos de las elecciones del 2013 de haber sacado entre todas el 13% de los votos. Con la lluvia de encuestas pagas, el rol de los medios y la política equivocada de parte de la izquierda, esa posibilidad se fue alejando y, finalmente, tan sólo un 7% votó a listas de izquierda. Marcando un retroceso. El mismo, hizo que el FIT y Zamora pasaran las PASO, pero retrocediendo mucho en comparación a su votación anterior, y que Lozano, nuestro partido y fuerzas como Bien Común no podamos pasar. Aunque al cierre de esta edición Camino Popular va al recuento de votos a ver si Lozano llega al piso del 1,5%; pero un voto más o un voto menos, no cambia el carácter de claro retroceso de su resultado. En concreto, el achicamiento del espacio hizo que solo dos fuerzas de izquierda pasaran (FIT y Zamora) aunque con un franco y notorio retroceso porque son los que más votos perdieron. Al resto no nos alcanzó, como en nuestro caso, pese al enorme esfuerzo realizado y a la simpatía que muchos nos manifestaron durante toda la campaña.
La fragmentación producto del sectarismo conduce a más retroceso
Desde ya, el retroceso del espacio electoral de la izquierda no responde sólo al accionar del régimen, también actúa por la negativa la propia política equivocada que se tuvo desde una parte de la izquierda. En nuestro caso, desde antes de iniciarse esta campaña, planteamos la propuesta de hacer una gran coalición de todas las fuerzas populares y de izquierda, con mecanismos democráticos para resolver las candidaturas. Lamentablemente, nuestra propuesta fue rechazada por el FIT y Camino Popular y eso evitó que desde la izquierda seamos una alternativa de peso, y le terminó dando más posibilidades a los viejos partidos de concentrar el voto. Confirmando que el sectarismo, en los hechos, es funcional al régimen, porque se transforma en un obstáculo para la unidad necesaria.
El FIT pasa, pero retrocede y pierde una gran oportunidad
El FIT tiene una gran responsabilidad de que no haya una gran coalición, porque habiendo sido en 2013 la primera fuerza electoral de izquierda en la ciudad, es quien debió hacer un llamado amplio y, en lugar de eso, se dedicó a evitar que el mismo pueda realizarse. Por eso, aunque pasa las primarias, paga su sectarismo retrocediendo mucho en su caudal de votos (como también le pasó en Salta y Mendoza semanas atrás). Que el FIT hoy festeje haber sacado un 2% no esconde la realidad del retroceso y de la oportunidad que se está perdiendo para que la izquierda sea alternativa y opción de poder. Y en las generales del 5 de julio estará lejos de lograr un amplio bloque de diputados, tendrá que pelear por lograr un solo legislador.
También Lozano y Camino Popular rechazaron varias propuestas unitarias que le hicimos; como internas o compartir mandato. Los números del domingo, marcan que esa unidad que propusimos, hubiera pasado claramente las paso y fortalecido una alternativa en la ciudad. De conjunto, creemos que no puede obviarse en un balance serio esta realidad, que puede empeorar a futuro si no se reflexiona seriamente sobre este tema, como correctamente lo piden miles de votantes y simpatizantes de la izquierda y el progresismo.
Nuestra campaña y la construcción de una nueva izquierda
En este difícil contexto de gran votación de los viejos partidos y de fragmentación de la izquierda, intentamos en desiguales condiciones superar las PASO. No lo logramos, aunque recogimos muchas muestras de apoyo y simpatía a lo largo de la campaña y también tras los resultados nos llegan mensajes de apoyo que agradecemos. El rol de Alejandro Bodart, estos años en la legislatura, ha sido muy importante y un puntal en la lucha contra las corporaciones políticas y económicas.
Y eso es reconocido por amplias franjas, más allá de su decisión final de a quién votar. Aunque nos faltó un poco más para llegar, miles votaron a Bodart. Por eso seguiremos adelante, la pelea que estamos dando y la construcción de un nuevo proyecto de izquierda no sólo no termina en esta elección, sino que recién está comenzando. Y la enorme difusión de nuestras propuestas, la apertura de nuevos locales, la llegada a nuevas comunas, el ingreso de nuevos militantes en lugares de trabajo y estudio producto de la intensa campaña que hicimos, son la base para el trabajo que viene.
Por eso, a todas y a todos aquellos que nos acompañaron en actos y actividades de campaña, a quienes nos votaron y a quienes nos ayudaron a fiscalizar, los invitamos a que se acerquen y conozcan más al MST-Nueva Izquierda.
Les proponemos que participen de la manera que puedan en esta construcción política, que es colectiva, amplia, no dogmática y a la vez firme y anticapitalista. Para los desafíos que vienen todos somos necesarios y nuestras puertas están abiertas. El MST seguirá insistiendo en la necesaria unidad de toda la izquierda y las fuerzas populares. Y para lograrlo en algún momento, es importante y vital que sigamos creciendo. A ser parte de este desafío los estamos invitando.
Sergio García
Un ex «servicio» de la dictadura, candidato de Larreta
Antes de la elección, el diputado Bodart denunció que «en la lista de la Comuna 6 Rodríguez Larreta lleva de candidato a Vicente Engelman, ex miembro del Servicio de Inteligencia Naval durante la dictadura.»
Engelman es uno de los oficiales incluidos en la lista del personal que integró el SIN de 1975 a 1983, reproducida en la Nota 8647/10 del Ministerio de Defensa al Archivo Nacional de la Memoria. En 2001, el CELS cuestionó el ascenso de Engelman por su oposición a ceder la ESMA como espacio de memoria.
«Éstos son los personajes que lleva Rodríguez Larreta, que junto a Michetti y su jefe ‘Micky Vainilla’ Macri representan el menemismo del siglo XXI», afirmó Bodart.