Frente a la agenda definida por los grandes grupos económicos y los partidos políticos del régimen, nuestra propuesta es plantear una perspectiva distinta, de contenido social opuesto. Hoy esta Argentina capitalista está organizada a partir de los parámetros del lucro privado del 1 % del país. El sistema productivo, el régimen de impuestos, las relaciones internacionales, la democracia formal con derechos recortados, el aparato mediático, los sindicatos y todo se subordina a la estrategia de la rentabilidad de la fracción dominante de los capitalistas, que son las grandes corporaciones financieras, del agronegocio, la energía, los minerales y la especulación inmobiliaria. Esa orientación está acumulando contradicciones sociales explosivas que se van a tender a desenvolver en el próximo período. Por eso, desde la izquierda tenemos que levantar una propuesta integral alternativa. Desde el espacio político que construimos somos categóricos:
*Es posible -y necesario- un país, libre de corporaciones. Empezando por la emancipación del capital financiero con el no pago de la deuda externa y la reu-tilización de esos recursos con otra finalidad social.
*Es posible otro modelo de producción de alimentos que garantice el derecho a la comida de toda la población y sea con la lógica de la agro-ecología sin glifosato ni transgénicos, partiendo de un plan integral de reforma agraria y recolonización del campo.
*Otro modelo energético también es posible. Partiendo de estatizar todo el circuito hidrocarburífero e invertir la renta petrolera derivada en un proceso de reconversión hacia energías limpias y renovables.
*Es fundamental reorganizar la vida en las ciudades, con otro modelo urbano, de transporte y de uso social del espacio público.
*Es imprescindible invertir el sistema impositivo gravando el juego, las grandes fortunas y la renta financiera, anulando el impuesto al salario, el IVA y toda la carga que hoy recae sobre los trabajadores y la clase media.
*Planteamos fortalecer todo lo público: la educación, la salud, el transporte y no destinar un solo peso de la recaudación colectiva a subsidiar los negocios privados.
*Estamos por una política profundamente antipatriarcal, que garantice soberanía plena sobre su cuerpo a las mujeres y la despenalización del aborto entre otros derechos de género.
*Planteamos una democratización radical de la democracia y que sea la gente la que decida todo de abajo hacia arriba, con mecanismos de intervención social directa.
*Otro modelo de sindicalismo y que los dirigentes tengan que volver a su trabajo después de dos mandatos. Además de revocatoria y que se cobre la cuota gremial en los lugares de trabajo.
*Proponemos además, terminar con los privilegios de casta de la política tradicional: que los funcionarios electos ganen igual que una directora de escuela con 10 años de antigüedad y tengan la obligación ética -fijada por ley- de usar todo lo público que se proponen administrar: escuela y hospitales en primer término.
Estas son algunas de las coordenadas que proponemos desde nuestra fuerza política para otro modelo distinto de país para el 99 % de la población.
Una herramienta política para los cambios necesarios
Dicho todo lo anterior es insoslayable que en la izquierda existe un desafío pendiente: la construcción de una gran coalición unitaria con base en el programa que planteamos más arriba, para lograr ser vistos como opción clara de poder en Argentina. La foto de una coyuntura donde las fuerzas tradicionales canalizan el grueso del voto en la polarización de variantes de lo mismo, enfatiza la necesidad de una confluencia amplia de la izquierda. La tendencia mundial a la continuidad de la crisis sistémica del capitalismo, la implosión del sistema tradicional de partidos, la aparición de fenómenos con contradicciones, pero esencialmente positivos en Grecia y España, como Syriza y Podemos, señalan una perspectiva. Más allá del impasse en la coyuntura electoral, Scioli o Macri gobernando y enfrentando con ajuste a la población, van a reanimar la búsqueda a izquierda de millones por una salida distinta. Y en ese marco, para preparar la disputa por el gobierno, es clave el rea-grupamiento de toda la izquierda política y social más allá de lo electoral inclusive. Y la lección profunda de Syriza en la unidad de diversas tradiciones en la izquierda cuyas diferencias y matices se dirimen con mecanismos democráticos, incluyendo las candidaturas electorales. Por eso, vamos a seguir insistiendo como lo venimos haciendo hace tiempo, con avanzar en ese sentido acá en nuestro país. Volvemos a proponer usar las PASO o algún otro mecanismo democrático como recurso para definir las candidaturas tomando como punto de partida el programa del FIT.
Sin embargo, y como no hay nada más revolucionario que la verdad, es claro que lo menos probable es lograr esa unidad necesaria para el próximo proceso electoral de las PASO de agosto. En esto, la responsabilidad del FIT es notoria como equivocada su política de autoafirmación sectaria y conformismo testimonial. Como viene demostrándose en elecciones anticipadas, al negarse a conformar frentes más amplios de toda la izquierda política y social, el FIT deja pasar la oportunidad que tenía y comienza a retroceder electoralmen-te, aunque se mantenga todavía superando las paso; pero no se plantean una opción amplia que se juegue a gobernar y por eso van retrocediendo. Mientras Unidad Popular de Víctor De Gennaro no despega y hace pobres elecciones provinciales, pero aún así no se plantea, al menos por ahora, un frente de más amplitud hacia la izquierda. Ahí radica la diferencia entre nuestro proyecto y estas dos opciones.
Entonces, nuestra decisión como fuerza nacional es, en el marco de mantener nuestra vocación unitaria a quienes estén dispuestos al diálogo, el concentrar todo el esfuerzo político y militante de nuestra organización, en desarrollar una campaña con centro en difundir y explicar esta propuesta programática y política. Y convocar a partir de la fórmula de Alejandro Bodart como precandidato a presidente y Vilma Ripoll como vice a fortalecer en lugares de trabajo, universidades, colegios y barrios a sumarse a militar junto con nosotros y nosotras a multiplicar este mensaje necesario. Desde Jujuy hasta la Patagonia esta tarea es impostergable para estar más fuertes en la disputa estratégica para que la izquierda encabece una nueva mayoría social y política para gobernar en Argentina.
Mariano Rosa