Los días 8 y 9 de mayo me toco participar, en representación de la Multisectorial contra la Hidrofractura de Neuquén, del seminario sobre soberanía energética organizado por la cátedra de soberanía alimentaria que se dicta en la Universidad Nacional. Debajo de la ciudad turística, las desigualdades socio ambientales son combatidas en las aulas y en las calles.
Una cátedra que llena la Universidad con las luchas del pueblo contra las corporaciones
La cátedra de soberanía alimentaria, impulsada por distintas organizaciones sociales, políticas y estudiantiles, funciona desde hace tres años en la Universidad nacional de Mar del Plata. Su principal objetivo es poner en debate los múltiples conflictos y luchas que da el pueblo de la ciudad y que no encuentra en otros ámbitos posibilidades de expresión, no es un simple ejercicio académico, sino una pelea constante contra la propia gestión universitaria y los defensores del extractivismo que hacen vida en esta importante casa de altos estudios.
Compartiendo experiencias, para desarrollar la lucha en conjunto
Felipe Gutierrez, del Observatorio Petrolero Sur expuso con claridad las principales características del extractivismo a nivel continental, la continuidad en la política energética del gobierno en relación a los 90, y de qué manera YPF juega como plataforma de negocios de las multinacionales como Chevron en nuestro país, y finalizó su presentación señalando algunas coordenadas para avanzar en la pelea por una soberanía energética real enfrentando al actual modelo de saqueo.
Por mi parte, intenté reflejar las múltiples consecuencias del avance del fracking en los territorios, la consolidación de un modelo de saqueo y contaminación, con un fuerte avance represivo y de judicialización de todos aquellos que lo enfrentamos.
Con mucha participación de los presentes, fuimos construyendo la importante conclusión de que es fundamental avanzar en poner en común nuestras experiencias y acompañar cada una de las luchas que se van dando contra este modelo. Junto con la participación en los talleres de la cátedra, participamos también de una importante actividad en la «Vía Orgánica», un espacio recuperado por los compañeros, que pocos días antes fue incendiado, y a los que expresamos toda nuestra solidaridad.
Martín Carcione