Finalmente primó la polarización inducida entre el reelecto Urtubey y Romero, ex gobernador y ex candidato a vice de Menem. Montados, el primero en dejar atrás el pasado mientras que el segundo encaraba una batalla imaginaria contra el fraude, de un sistema que ambos impulsaron. La UCR, con un lejano 3º puesto, colaboró para que se concentre el 90% de los votos entre los de arriba.
El actual gobernador gracias al llamado “voto útil” se alzó con el triunfo y aseguró su tercer mandato en la provincia.
Urtubey sabe que su éxito, no es un cheque en blanco. No existe la alegría que esperaba y los próximos cuatro años serán tiempos de un nuevo ciclo político nacional lejos de la bonanza que acompaño a los K. Su desafío será transitar las arenas movedizas del ajuste, frente a un pueblo que no dejará mansamente que le recorten más su nivel de vida.
La falta de una alternativa de izquierda
La negativa del PO a motorizar una unidad más amplia de la izquierda, fue funcional a los planes de los de arriba y un factor clave que gravitó para achicar el espacio de la izquierda. Su debacle, al perder el 70% de los votos, fue más aguda aun que en las PASO.
El desbarranque electoral del PO, fue la nota de la jornada, perdiendo 6 de los 9 concejales por la Capital (de un total de 21), también los obtenidos en el interior y sólo consiguiendo un puesto en una pequeña localidad, sumado al desplazamiento al cuarto lugar a la gobernación, por debajo de la UCR, son los datos de un retroceso objetivo.
Atrás quedaron los pronósticos exitistas de Altamira de que duplicarían los datos de las PASO. Como las declaraciones del dirigente Del Pla y otros de los máximos referentes locales, anunciándose el día de los comicios como la segunda fuerza o el festejar con los resultados a la vista su “avance y consolidación”.
El Frente Popular no tuvo mejor suerte, y retrocedió en todas las categorías, mostrando en ambos casos que la falta de unidad y de un proyecto común para poner en pie una amplia coalición de la izquierda política y social, dispuesto a la mayor confluencia alrededor de un programa de cambio es la clave para avanzar.
Lamentablemente de replicarse estos hechos evidentes a escala nacional festejarán desde el régimen, por ello insistiremos en discutir la unidad necesaria, como lo expresamos en nuestras cartas públicas.
MST – Nueva Izquierda: un paso adelante
En el marco que el espacio a izquierda se ha reducido sensiblemente de forma global, nuestro MST ha logrado superar la PASO y seguir avanzando en votos, incluso superando claramente al FP, con votaciones muy importantes en General Güemes o San Antonio de los Cobres, donde quedamos a pocos votos de obtener un concejal.
Demás esta decir que lo obtenido, más allá de ser pasos pequeños en función de lo que se necesita, es el resultado tanto de una política correcta, como también del gran esfuerzo militante realizado.
Lo que ha permitido visibilizar la existencia clara para franjas más amplias de un nuevo proyecto de izquierda, de nuestro MST y conjuntamente la figura de nuestra compañera Cecilia Gómez.
Estos elementos junto con la extensión y desarrollo de nuevos círculos del MST en diversas localidades, son un paso más en el fortalecimiento de este proyecto de Nueva Izquierda, que en el norte dice presente.
Sergio Ballestero, MST-Nueva Izquierda de Salta