Termina la primera ronda electoral y se vienen las nacionales

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La situación del país sigue transitando entre procesos electorales provinciales y el encamina-miento a las elecciones nacionales. La presión del gobierno por polarizar con los candidatos del régimen como Macri y Massa, pretende generar la ilusión de ser los menos peores, mientras que le ponen tope a las paritarias y todo indica que el ex menemista y duhaldista Scioli será el representante del «modelo». Desde la izquierda seguiremos batallando por una gran coalición, acompañando las luchas e impulsando la formula Bodart-Ripoll en todo el país.

Menos pan y mucho circo

El descomunal despliegue para los festejos del 25 de mayo frente a la Casa Rosada trae a la memoria el viejo concepto romano de pan y circo. Mientras se acumulan los conflictos sociales y se prepara un nuevo paro nacional, el gobierno elije ponerle tope a las paritarias, mantener a Milani, Boudou y otros impresentables y preparar unas PASO del Frente Para la Victoria donde Scioli se consolide como el continuador del modelo. Es por eso que mandó a bajar candidaturas para no dispersar fuerzas y agigantó los triunfos electorales de Salta y Chaco como si esa fuera la tónica cuando en realidad esta complicado en los principales distritos.
La del último 25 de mayo fue la fiesta del final, la que pretende mostrar fortaleza pero esconde que luego del 10 de diciembre ya no habrá Kirchner en la Casa Rosada y gane quien gane tratará de avanzar hacia un país más «normal» según los parámetros del establishment y el imperialismo.

Las luchas de los trabajadores y el #NiUnaMenos

Detrás de los festejos, los aviones en la 9 de julio y los pomposos discursos hay un movimiento obrero que presiona y presiona por su salario y condiciones laborales. La inflación, si bien no esta desbocada, tampoco se detiene y nadie quiere pagar de su bolsillo las estadísticas de Kicillof. Los aceiteros de Santa Fe mantienen una lucha ejemplar desde hace 15 días y no dan el brazo a torcer, los bancarios sumaron una nueva jornada de paro y la burocracia opositora se vio obligada a convocar a un paro nacional para el mes de junio. Como siempre lo hacen controlado, desde arriba y sin continuidad, pero la convocatoria no deja de expresar una necesidad real de los trabajadores y por eso hay que batallar para que sea una gran jornada de lucha, construyendo asambleas en cada lugar de trabajo y preparando medidas para que sea activo y continúe hasta torcerle el brazo al gobierno.
Por otra parte, la sucesión de femicidios cada vez mas alevosos y la inactividad por parte de gobiernos e instituciones ha generado las condiciones para que el 3 de junio una verdadera marea humana recorra las calles del país. La declaración de la emergencia en violencia de género y la toma de medidas urgentes para enfrentar la violencia hacia las mujeres ha trascendido el ámbito de las organizaciones y se ha vuelto una causa nacional, que es necesario desarrollar hasta el final.

Para enfrentar lo que se viene, necesitamos una gran coalición de izquierda

Como lo expresábamos en ediciones anteriores y venimos desarrollando en estas páginas, las intenciones de la triada de candidatos que representan a los poderosos quieren montar un escenario de polarización y, nobleza obliga, lo vienen consiguiendo en las elecciones provinciales. Pero también es importante resaltar que, al menos hasta el momento, la negativa de quienes mejor ubicados están en el plano electoral para generar una gran confluencia de toda la izquierda, viene facilitando esa tarea.
Lejos de reflexionar sobre el retroceso electoral que se viene manifestando en la izquierda, el FIT elige la autopro-clamación y la disputa por la rotación de sus bancas en lugar de favorecer una unidad que presente ante la sociedad una alternativa de gobierno en un momento donde lo que se está discutiendo es justamente eso, quien y para quienes, gobernará el país los próximos años.
Desde el MST-Nueva Izquierda hemos sido claros y reiterado nuestro llamado a la unidad, sin respuesta positiva.
Hemos resuelto en una reunión nacional con referentes de todo el país, reafirmar las candidaturas de Alejandro Bodart y Vilma Ripoll como presidente y vice, para que encabecen la pelea por la extensión de este proyecto de Nueva Izquierda.
Sabemos que el escenario es complejo, que la presión del régimen para que la elección se de entre los mismos de siempre es fuerte, pero confiamos que los vientos de cambio que recorren el mundo tarde o temprano sacudirán nuestras costas, las ultimas elecciones en España o en Grecia parecen ser una expresión de esos vientos.

                          Martín Carcione

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