Pasada la confusión generada por el gobierno y los medios k, que afirmaron que se había cerrado la paritaria del sector en el 27.8%, hoy no caben dudas, el porcentaje final fue 36%, aunque a los propios aceiteros no les gusta hablar de porcentajes, y si lo hacen del Salario Minimo, Vital y Movil.
Para no marear con números, el reclamo original era un mínimo de 14.900$, y tras la huelga obtuvieron 14.300$ para el obrero inicial.
Sin dudas, un triunfo aunque para llegar a esa suma se incrementaron ítems como el pre-sentismo.
Las razones del triunfo.
No hay secretos: fue la unidad, la combatividad y el método asambleario de los trabajadores aceiteros las que lograron torcer el brazo del gobierno y las patronales.
En este fin de ciclo K, son muchos los aspectos de su doble discurso que chocan contra el paredón de la realidad. El verso de que con Néstor se recuperaron las paritarias «libres», sin techos. Durante todos estos años, los K intentaron imponer techos salariales, ahora, nunca como este año, fue tan claro, brutal y público.
La paritaria aceitera fue clave para terminar de desenmascarar esa mentira: habían acordado con las cámaras empresarias y el ministro Tomada no homologó el acuerdo, a partir de lo cual fue el ministro estrella de Kristina, Kiccillof que tomó las riendas de las negociaciones.
La solidaridad al conflicto.
Como siempre, fue la izquierda la que dijo presente. Diferentes organizaciones entre las que se encontraba nuestro MST fueron de importancia para rodear de solidaridad, y dicho apoyo fue siempre destacada por los obreros y por la dirigencia.
Pero hubo grandes ausencias: y fueron las del conjunto de las direcciones obreras, de todas ellas.
No hubo un solo sindicato en los piquetes, ni hablar de medidas concretas. Las centrales opositoras convocaban a la medida del 9, pero sin siquiera mencionar la heroica huelga que por esos días se desarrollaba. Una vergüenza.
Esto pone de manifiesto, por un lado la imperiosa necesidad que tenemos los revolucionarios de seguir ayudando al surgimiento de nuevos dirigentes, así como la construcción de espacios unitarios que permitan el agrupamiento de los activistas clasistas y antiburocráticos.
Desde la corriente sindical del MST reivindicamos los métodos ejemplares de lucha llevados a cabo por los trabajadores aceiteros. Creemos que es camino para enfrentar el techo salarial y prepararnos para los próximos ajustes que como siempre intentaran descargar sobre los trabajadores…
Alejandro Cacho Parlante