2015 es el año del cambio. 2015 es el año en que los jóvenes somos protagonistas y barremos los obstáculos que grandes corporaciones y gobiernos de turno intentan imponernos, para cercenar nuestros derechos. Nuestra Juventud Socialista del MST tiene larga trayectoria de lucha y en ese marco, apostamos hacer realidad lo necesario. Este 2015, pegamos un salto: a) frenamos el bono obligatorio de Medicina; b) entramos al centro de estudiantes de dicha facultad; y c) logramos una nueva oportunidad de ingreso en Kinesiología.
A inicios de año, había un arancel que obligaba pagar $300 a estudiantes de enfermería y $500 a los de medicina y kinesiología, para reinscripción anual. Multiplicado por cientos de estudiantes, realmente una estafa…Mediante asambleas y pedidos, nuestro compañero Mariano Raed exigió rendición de cuentas del pago del bono, y con firme convicción junto a sus compañeros, se logró hacerlo voluntario para que pocos lo pagasen. Un primer paso contra el modelo de universidad elitista y privatista, al servicio de las multinacionales. Plata sabemos que hay: es una vergüenza que metan la mano en el bolsillo a los estudiantes, mientras la minería contaminante La Alumbrera da millones y millones a la UNT para construcción.
Por otro lado, fuimos segunda fuerza en estas elecciones a centro.Un gran triunfo conquistar 2 secretarías importantes: la gremial y la de biblioteca. Más allá de las nefastas maniobras del QRS (gestión actual), nuestras propuestas se hicieron sentir: que Enfermería sea facultad, bibliotecas con material actualizado, presupuesto para más aulas, apuntes económicos y cátedra libre sobre “Humanismo en la Salud” con la Dra. Di Cola y profesores de la cátedra (Sergio Aragon y Angelina Liezun), fueron consignas por las que hoy seguimos organizados, sumando compañeros. Queremos un centro desde, para y por los estudiantes.
Hicimos historia. Como dijo el compañero Julián Solarz (vocero de los aspirantes a ingresar en Kinesiología) “organizados y con lucha de por medio”, tiramos el ‘techo’ académico: la inconstitucional y neoliberal ley 24.521 de educación superior, que habilita examen de ingreso, cupo, y aranceles, no nos amilanó y bajo el lema “Universidad Pública, Gratuita e Irrestricta”, hicimos retroceder a la autoridades arrancándoles un nuevo examen de ingreso para Kinesiología. Denunciamos el robo de haber obligado a jóvenes pagar $1200 para preinscripción y cursillos, lo que implicó que con más de 400 aspirantes, las autoridades se quedaran con medio millón de pesos. Escándalo que medios importantes reflejaron. Gremios apoyaron el legítimo reclamo.
4 de cada 100 jóvenes sólo accede a la educación de nivel superior. Que “sea un derecho, no un privilegio” es la premisa esencial por la que nuestra juventud camina y busca transformar esta sociedad al servicio del pueblo trabajador, y no de los capitalistas.
Blas Sánchez
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