Al calor de la pelea entre Grecia y la troika, se ha ido desarrollando dentro de Syriza, la coalición de izquierda que gobierna, un profundo debate sobre el camino adoptado por Tsipras y su equipo y las distintas alternativas posibles. No es un debate menor, ya que detrás de la negociación con la comunidad europea está la perspectiva y el futuro del proceso de cambio griego, y el saber si Syriza será un proyecto que va a ir avanzando en su ruptura con el capitalismo imperialista europeo o comenzará a debilitarse con un sesgo de consternación en la base obrera y popular que la llevó al gobierno.
Como se viene observando, Tsipras con su sector está llevado adelante una línea de negociación sobre la base de varias e importantes concesiones, sobrepasando el límite de las llamadas «líneas rojas» que se había comprometido no pasar. Allí es que surge la voz crítica del ala izquierda de Syri-za, que a través de diversos dirigentes hicieron público el debate y sus propias propuestas alternativas. Este sector, que perdió el último debate en el Comité Central de Syriza, igualmente avanzó a sacar casi el 45% de los votos y también pudo instalar en la opinión pública y entre la izquierda internacional, que hay precisamente un debate y que hay distintas miradas dentro de Syriza; y eso es un mérito importante. Stathis Kouvelakis, dirigente de Syriza dice: «el marco que propone Tsipras es el de la austeridad atenuada; en ningún caso, el de una ruptura con la austeridad». Como puede verse, no es un debate menor.
Durante los próximos días finalmente se sabrá si el gobierno griego llega a un acuerdo con la troika o no. Por cómo viene el debate, si así fuera será sobre la base de un equivocado retroceso orientado por la ajustada mayoría de Syriza, lo cual abrirá un nuevo momento en Grecia y en la propia coalición de gobierno. Razón de más, para seguir atentamente los debates que vienen. Seguramente el ala izquierda que está dando una importante pelea tendrá que esforzarse en dar nuevas batallas políticas. Será cada vez más decisivo apoyarse en el pueblo griego, en sus demandas y movilizaciones, en sus reclamos y su fuerza social, para evitar que a la negociación equivocada le sigan nuevos pasos en sentido similar. El ala izquierda de Syriza tiene ante sí una gran responsabilidad histórica y, por esa misma razón, tiene nuestro apoyo y solidaridad para el tiempo que viene.
Siempre hemos dicho que la construcción de confluencias de diversas tendencias de izquierda, como Syriza, juegan un rol muy positivo en la disputa por el poder político, y a la vez todos sabemos que alcanzado el gobierno se abre una etapa nueva, de lucha de ideas, proyectos y estrategias. Allí se pone blanco sobre negro, y al compás de la lucha de clases, que sectores están a la altura del momento y provistos de salidas por izquierda y quienes moderan sus propuestas con un resultado que puede ser de frustración. Ya se está desarrollando este momento, al cual lo seguimos apasionadamente y sin neutralidad, apostando al desarrollo del ala izquierda y de la movilización revolucionaria del pueblo griego, en consonancia con el ascenso de la izquierda y la juventud española, ambos procesos requieren no detenerse e ir por más. El tiempo dirá hasta donde llegan.
Sergio García