Ya no es novedad. El leer o escuchar a dirigentes de los distintos partidos del FIT acusarse mutuamente, ha comenzado a transformarse en habito cotidiano. Finalmente van en listas divididas hacia las PASO y nadie sabe qué pasará después. Los días pasados, los «grandes debates» eran si al PTS no lo invitaban a un acto en Córdoba, si en Capital PO no nombraba a la candidata del PTS, si este partido «usurpa» la banca de Pitrola o si PO no deja que haya FIT en Salta. Todo de muy bajo nivel, con acusaciones destructivas y ningún debate político que merezca ser tomado en cuenta. A esta altura, la única pregunta seria es si de verdad sigue habiendo un frente, así sea solo electoral.
A la vista de miles el FIT se desgarra entre polémicas y muestra, crudamente, que no tiene proyecto común a futuro. En las redes sociales, votantes y simpatizantes honestos del FIT muestran su desagrado y decepción con todo esto. No es para menos. Este frente tuvo en sus manos la posibilidad de ampliar la herramienta y transformarlo en una gran alternativa, pero eligió la polémica interna y la cerrazón, perdiendo la oportunidad y debilitándose. Los partidos del sistema, agradecidos.
Desde el MST reiteradas veces le propusimos a los compañeros del FIT algún tipo de acuerdo, hacer una gran coalición amplia y de izquierda, pero nunca lo quisieron. Está en su génesis el negarse a ser opción de poder, mientras prefieren proseguir en una especie de cooperativa electoral, que ayer les dio bastantes frutos y ahora, ya no se sabe que dará.
Una vez más, insistimos en la necesidad de una nueva cultura de izquierda. Alejada de estos métodos que no permiten construir en común ni convivir con diferencias. Para que la izquierda sea alternativa hay que fortalecer un proyecto de izquierda, pero distinto al FIT. La formula Bodart-Ripoll está precisamente al servicio de poner en pie, en todo el país, una nueva izquierda. Tenemos ya candidatos en 22 provincias y vamos por más. Ayudanos a hacer más grande este proyecto, sabiendo que contás con nuestro compromiso de seguir peleando, después de las elecciones, por una gran coalición de toda la izquierda política y social. Para eso queremos hacer más grande el MST-Nueva Izquierda.