Elecciones en Malvinas Argentinas: Un antes y un después en la lucha contra Monsanto

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El domingo 14 de junio se desarrollaron las elecciones en la localidad de Malvinas Argentinas. Contra la UCR y Monsanto, la lista “Malvinas Despierta”, integrada mayoritariamente por miembros de la Asamblea de Malvinas, quedó a solo 439 votos de ganar la intendencia, logró 3 concejales y un tribuno de cuentas. Otro enorme triunfo político en el marco de tres intensos años de lucha.

De la resistencia social a la lucha política

A fines de 2014 realizábamos la última reunión de asamblea del año para poner en común el balance y las perspectivas de cara al 2015. Pasaba un año más con Monsanto empantanado, desgastado y con destino incierto. Encarábamos un período donde la disputa central se desarrollaría en el plano político-electoral. Nuestra propuesta fue clara y contundente: había que dar el salto y pasar de la resistencia a la lucha por el poder político, sabiendo los riesgos que ello implicaba, pero siendo conscientes de que no podíamos regalar a la UCR la posibilidad de relegitimarse ante el pueblo malvinense y volver a la carga con Monsanto.

Victoria pírrica

La fría tarde del domingo mostraba desazón e incertidumbre en las caras de los principales dirigentes de la UCR. No fue para menos. Ninguno de ellos imaginaba estar disputando la intendencia voto a voto con un grupo de vecinos luchadores, a los que una y otra vez habían catalogado de locos, terroristas, foráneos y repudiados por el pueblo malvinense.
No habían resultado suficientes los millones del aparato y Monsanto volcados a la compra de voluntades, ni las amenazas, ni las extorsiones para lograr amedrentar al pueblo. La UCR, que había obtenido el 86 % de los votos en la elección anterior (2011), peleaba voto a voto en una elección polarizada contra la lista de los vecinos en lucha “Malvinas Despierta”. Finalmente retenían la intendencia por escasos 439 votos. Una victoria que los debilita más que lo que los fortalece.

Patria Grande: un debut trágico

Con los/as compañeros/as de Patria Grande compartimos durante estos años el espacio de la Asamblea. Nuestra propuesta de dar el salto a la disputa política electoral desde el espacio asambleario los puso frente una disyuntiva: encarar la batalla electoral de manera unificada ante el enorme desafío y oportunidad de derrotar a Monsanto y la UCR (a pesar de las diferencias y matices que se expresaban), o poner por delante sus aspiraciones partidarias en el terreno electoral. Optaron por esto último, dividiendo el espacio, a pesar de los reiterados ofrecimientos de cargos que se realizaron desde “Malvinas Despierta” y que excedían largamente el desarrollo político de su organización. Los resultados están a la vista: su política infantil y divisionista impidió la victoria definitiva sobre Monsanto. Trágico debut político-electoral que los condena a engrosar la antología histórica de las derrotas.

FIT: silencios que aturden

Es conocido por el movimiento socioambiental cordobés y por el pueblo malvinense en particular, que la participación del FIT en la lucha contra la multinacional Monsanto, fue siempre marginal. Su débil, cuando no inexistente, presencia en los momentos más álgidos de este largo y heroico proceso de lucha popular así lo corrobora. La disputa electoral los encontró en la misma tesitura: silencio atroz y vergonzante. No hubo ni declaración, ni un tímido apoyo por parte de Liliana Olivero y el resto del FIT hacia la lista “Malvinas Despierta”. Muestra contundente de desorientación y agotamiento político de un proyecto sectario alejado de las principales batallas del pueblo en lucha.

Monsanto agoniza, la UCR se despega

Al día siguiente de las elecciones, la intendenta electa Silvina Gonzalez, declaró que “la cuestión Monsanto se definiría a través de una Consulta Popular”. Y que sería “responsabilidad de Monsanto convencer a la población de aceptar la instalación”. Declaraciones que evidencian la derrota de la política oficial y el desesperado intento de la UCR por no hundirse con Monsanto. No hacen otra cosa que intentar una salida decorosa ante la caída inevitable de los planes de la empresa.
Quedan planteadas, más que nunca, las tareas de seguir desarrollando las peleas socioambientales en todos los terrenos, incluido el político-electoral. Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden. Desde nuestra parte continuaremos junto a la Asamblea, para darle la estocada final a Monsanto y seguir ampliando y replicando esta experiencia hacia el conjunto del movimiento socioambiental del país.

Mario Manscupio y Vicente Linares

Glifosato


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