MST - Movimiento Socialista de los Trabajadores Lunes 27 de Agosto, actualizado hace 4 hs.

Debate sobre los jueces. Hace falta democratizar en serio

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En las últimas semanas el gobierno nacional logró exponer como nunca, a los ojos de millones que el discurso nacional y popular construido durante años era un ropaje de ocasión que intentaba ocultar la verdadera esencia del kirchnerismo: pejotismo de transición para la vuelta del menemismo.

Luego de la largada de Randazzo a competir, como la cara “progresista” que garantizaba la “continuidad del modelo” le sobrevino un sciolismo sin fisuras, aceptado uno a uno por los pseudo izquierdistas que en otros tiempos se burlaban del ex motonauta. No se trata de una jugada brillante para conservar a el poder con un mascarón de proa, sino que es la demostración más tajante de que “el candidato es el modelo” o, parafraseando a Lenin, el sciolismo es la etapa superior del kirchnerismo.
Los reclamos del ministro que firma los documentos no pasaron de unas pocas líneas reiterando la “lealtad” a la jefa del movimiento y el conjunto de las estructuras clientelares que se desarrollaron viviendo de los fondos del estado y haciendo negocios durante su “década ganada” no dudaron en proclamar su unidad inquebrantable con el líder emergente.
A los honestos compañeros y compañeras que apostaron a que este proceso culminara en la liberación nacional y en un cambio positivo para nuestro pueblo, los invitamos a animarse a abandonar definitivamente ese proyecto que solo ofrece menemismo del siglo XXI.

Pero no sólo en el terreno de los cargos políticos se prepara el fin de ciclo, este partido tambien se juega, y fuerte, en los pasillos de tribunales. Con la Ley de subrogancias el gobierno conquistó una herramienta fundamental para colocar jueces masivamente y remplazar a los más molestos. Y cuando decimos molestos no nos referimos a prohombres de la justicia, sino a aquellos que, ligados a otros sectores del establishment, movilizan causas judiciales para exponer la corrupción pero que luego las archivan para mantener el status quo.
El caso más rutilante de los últimos días es el de Cabral, quien se encontraba realizando una subrogancia en un juzgado sensible para el kirchnerismo y no ofrecía las garantías suficientes. Utilizando la nueva ley, rápidamente fue remplazado por otro juez, curiosamente, amigo del ministro de Justicia Julián Álvarez.

La oposición tradicional, que guardó silencio ante la aprobación de esta ley, que permite un manejo aun más discrecional de la colocación y remoción de jueces, pensando en poder utilizarla si le tocaba ser gobierno, es la misma que impulsa ahora movilizaciones en defensa de la “justicia”.
Son disputas en las alturas, que no se proponen cambiar de fondo, sino construir el mejor escenario posible para la disputa electoral que se avecina. Su única diferencia es de quién es el dedo que digita los jueces. Sólo desde la izquierda se construye una propuesta verdaderamente transformadora de la justicia, que arranque por la elección directa de los jueces y también la posibilidad de revocar sus mandatos, que generalice los juicios por jurados populares y la incorporación de comisiones investigadoras independientes que vayan a fondo en los casos de corrupción política y judicial.

La carrera electoral está lanzada y están claros los intereses defendidos por los candidatos del sistema. Scioli, Macri, Massa y los demás son menemistas reciclados, nada nuevo y positivo puede surgir de esos espacios. En la disputa por otra justicia, como en la pelea por un país diferente, hay que apostar a un proyecto que no tenga ataduras con las corporaciones y las estructuras de poder. Desde el MST-Nueva Izquierda te invitamos a acompañarnos con tu voto en agosto, para que estos puntos estén en debate en octubre. Pero con votar no alcanza, te invitamos también a sumarte a esta construcción que va creciendo en todo el país, para que juntos, pongamos en pie la Nueva Izquierda que hace falta.

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