Estatización del servicio con control de trabajadores y usuarios
Los trabajadores de la línea 60 –MONSA llevan más de 15 días de lucha. La patronal monopólica DOTA despidió arbitrariamente al compañero Benítez. El cuerpo de delegados y todos los trabajadores de la línea, respondieron con una medida que la 60 viene haciendo conocida y popular: salir a trabajar sin cobrar boleto. Durante varios días, los coches que unen Constitución con Rincón e Ingeniero Maschwitz, circularon con carteles que decían: HOY NO PAGUE BOLETO, despertando una inmensa simpatía en la población, cansada de viajar como ganado y de servicios malos e ineficientes, por responsabilidad de una patronal que mes a mes se embolsa subsidios millonarios, pero no invierte en mejorar las unidades ni reducir los tiempos. Sólo son buenos para apretar a los trabajadores.
A la medida de no cobrar boleto, DOTA respondió con el despido de 47 trabajadores primero, y de 5 más días después. El Ministerio de Trabajo, que había dictado una conciliación obligatoria ante el despido de Benítez, no volvió a intervenir. La policía bonaerense de Scioli estuvo bloqueando la cabecera de Maschwitz para que no salgan unidades, por disposición del fiscal Flores, de la Fiscalía de Escobar. El Ministerio de Transporte no dijo nada, a pesar de que una gran marcha de trabajadores llegó hasta su puerta el pasado 8/7.
Una patronal subsidiada que abandona la empresa
El grupo empresario DOTA viene recibiendo multimillonarios subsidios desde hace años, por parte del gobierno nacional. Así como antes subsidiaron al grupo Cirigliano y a TBA, estos empresarios del transporte reciben del gobierno más de $100.000 pesos por unidad por mes, y esa plata no sólo no la reinvierten en prestar servicios eficientes y baratos para la población, sino que con ese dinero compran nuevas líneas de colectivos, especulan y amasan fortunas millonarias.
La respuesta de DOTA a la medida de los trabajadores de no cobrar boleto, fue un paro patronal y un abandono de las instalaciones de la empresa en todas las cabeceras. Con la mentira de que “no estaba garantizada la seguridad de los empresarios ni de los pasajeros”, vienen desarrollando un verdadero lock out patronal y se niegan a cumplir las intimaciones de la CNRT para que reestablezca el servicio. Todos estos días vienen demostrando que a los únicos que les interesa que la línea 60 funcione, que los únicos que piensan en los pasajeros, son los trabajadores de la 60.
Por eso todos los trabajadores de la 60, desde el primer día, permanecen en sus puestos de trabajo listos para salir al servicio. Las plantas están limpias, con todas las unidades en condiciones de salir y son los trabajadores los que están haciendo correr las unidades, sin cobrar boleto. Los trabajadores de la 60 están protagonizando una lucha heroica y ejemplar, mostrando a toda la población que a ellos sí les interesan los pasajeros. Y el 8/7 una marcha extraordinaria recorrió las calles de la ciudad de Bs. As. Desde Congreso a Plaza de Mayo y de nuevo a Congreso, todos los trabajadores de la 60 junto a la Interlíneas y otros sectores que se solidarizaron, mostraron la fuerza que tiene esta lucha.
Hay que estatizar la 60 con control de trabajadores y usuarios
Hasta el momento ni los ministros de Trabajo, Tomada, ni de Transporte, Randazzo, han dicho nada sobre este importante conflicto. Ningún vocero del gobierno nacional ni la presidenta han intervenido. La línea 60 brinda un servicio público esencial, de primera necesidad, uniendo diariamente Constitución con las zonas de Tigre, Escobar y otras localidades del norte del Gran Bs As, transportando más de 250.000 pasajeros por día.
No se puede seguir esperando. Si la patronal de DOTA sigue sin aparecer, si ningún grupo empresario quiere hacerse cargo de la línea, la 60 no puede desaparecer. El Estado nacional debe hacerse cargo y llenar ya mismo las cisternas de gasoil. Estatizar la línea, como reclaman los trabajadores. El gobierno nacional pone la plata de los subsidios millonarios todos los meses, con ese dinero se puede mejorar las unidades, se puede ampliar la frecuencia, se puede abaratar el costo del pasaje y tener trabajadores mejor pagos. Mantener la organización sindical y todas las conquistas de los trabajadores.
La lucha por lograr la estatización de la línea 60 es una batalla en curso que hay que apoyar con todas nuestras fuerzas. Para lograr reincorporar a los 53 compañeros que hoy permanecen despedidos, para acabar con el paro patronal y el abandono de la empresa por parte de DOTA. Para que los subsidios dejen de enriquecer empresarios sin escrúpulos y sean destinados a brindar un servicio de calidad, eficiente, seguro y barato para los pasajeros. ¡En esta lucha, los trabajadores de la 60 no están solos!
Carlos Maradona
Ultimo momento La marcha del 8/7 rompió el lock out patronal
La gran marcha del 8/7 obligó al gobierno a intervenir. Apretaron a DOTA y el 9/7 la patronal volvió a las cabeceras, y se prepara a prestar el servicio. Los trabajadores siguen la lucha. Siguen sin cobrar boleto hasta que reincorporen a todos los despedidos. Pasó un round, pero sigue la pelea.
Voces de una gran lucha
En las largas horas y días compartidos con los compañeros en las cabeceras, fuimos recogiendo algunas opiniones sobre la lucha y su continuidad. Estas son algunas de ellas:
Bony Espinoza (Maschwitz): Así como nosotros estamos quemando instancias, la patronal también. Al final se plantea que intervenga el Estado y se haga cargo. Los 250.000 usuarios y los trabajadores necesitamos una respuesta urgente. La empresa no va a tener como argumentar el piso de la concesión.
Juan José Nuñez (Maschwitz): Lo cosa cambió, los que están llevando adelante la medida son los pibes nuevos, los viejos somos más conservadores y de a poco nos fuimos sumando. No sabemos cuánto va a durar esto, pero hasta que suene una campana grande, no vamos a dejar que se calme. Ya no sirve parar y no hacer nada más.
Mecánicos de Técnica (Maschwitz): Hace 3 años que DOTA vacía los talleres. Acá se arreglaban motores, cajas, pulmones, elásticos, balanceo, inyección, todo. Se taparon fosas de reparación, se disfrazan coches inservibles para cobrar el subsidio. Pongan que acá se roba gasoil del subsidio para abastecer empresas con personal en negro como MOTSA.
José Alderete, delegado: Estamos en una gran pulseada. A la empresa le salió mal la denuncia de “hurto”. El fiscal no tuvo argumentos para sostenerla. Liberamos el portón y empezamos a sacar los coches. Hay una cisterna llena para seguirla. Nosotros no estamos para ser patrones. Si no hay un monopolio que se quiera hacer cargo, que la agarre el Estado y se ahorre la plata del subsidio.
Claudio Barteloot (Maschwitz): La gente está al pie del cañón. El lunes más de 200 fuimos a la fiscalía de Escobar. Cayó la denuncia de “usurpación” y ya salen los coches. Hay fuerza, hay asamblea permanente y hay bombo y bombo para aturdir a los polis. El 8/7 la marcha de Congreso al ministerio de Transporte de Randazzo. Hasta que no intervenga el Estado y se vaya el monopolio no se arregla. Que lo administre el Estado con control de los trabajadores.
Samuel Rodríguez (Maschwitz): La marcha del 8 fue muy importante por la demostración de unidad. Se nota que somos una familia y eso quiero trasmitir yo que soy más nuevo. Seguimos con el no cobro de boleto, tiramos abajo el lock out patronal y logramos que el gobierno nos atienda. Queremos a todos los compañeros adentro y gracias a todos los que nos apoyan.
Santiago (Constitución): Esto viene de hace 5 años con la llegada de DOTA y quisieron cambiar las condiciones de trabajo. La 60 ahora está administrada por los trabajadores, viene funcionando gracias a nosotros. Queremos la reincorporación de los 53 y que vuelvan condiciones normales para el cuerpo de delegados. Y que nos dejen de perseguir.
Néstor Lesma (Constitución): Cuando no prendimos la máquina, eso le dolió a la empresa. Y la patronal se fue. Vinimos al Ministerio a buscar una respuesta y todavía no conseguimos nada. Por eso la lucha va a seguir.
Martín Schermer (Maschwitz): Ya logramos habilitar 10 coches y vamos por más. Rompimos el cerco policial. Es un paso en esta batalla que es larga y dura. Pero seguimos hasta que ganemos.
