Contra la previsión de todos los encuestadores y los grandes medios de prensa, el delfín macrista Horacio Rodríguez Larreta ganó el balotaje por apenas un 3% de los votos. Esa ajustada diferencia explica la galería de sonrisas forzadas que se veía en el bunker del PRO la noche del domingo 19.
Semejante resultado surge de una combinación de factores. Es real que algunos sectores del kirchnerismo por abajo alentaron el voto a Martín Lousteau. Como quedaron afuera del balotaje, apostaron a una suerte de revancha “opositora”. Y decimos “opositora” entre comillas, porque si no fuera por el pacto y los votos del interbloque K en la Legislatura, Mauricio Macri no hubiera podido gobernar todos estos años.
Pero lo central es que, con total independencia, una parte de los porteños y porteñas apeló a Lousteau como un voto castigo al PRO, tanto a la soberbia de su jefe presidenciable como a su gestión porteña de ataque a todo lo público. La masiva marcha educativa de la semana pasada ante una injusta sanción a dos docentes es otra expresión de ese descontento político creciente.
De este modo, con los números del sorpresivo balotaje Macri queda debilitado en su carrera presidencial y a su vez Rodríguez Larreta heredará una gestión de gobierno porteño esmerilada.
Voto castigo y límites
Juventud, pinta y soltura pueden ser un envoltorio atrayente. Pero como todo en la vida, en política las formas también resultan secundarias frente a los contenidos. Desde ya, buscando diferenciarse de Macri, Lousteau salió a decir que apoyará a Ernesto Sanz en agosto y, que si éste o Elisa Carrió no ganan la interna, en octubre votará por Margarita Stolbizer…
Pero anteayer Lousteau fue ministro de Economía del gobierno K. Ayer compitió con Rodríguez Larreta. Y hoy su partido ECO integra el mismo armado electoral nacional junto a la vieja UCR y al PRO de Macri. O sea, el joven economista puede saltar de aquí para allá pero siempre en defensa del mismo ideario derechoso.
Como otra prueba de ello, en la Legislatura porteña ECO resultó la versión corregida y aumentada del pacto PRO-K. Por caso, el bloque ECO le votó a Macri nada menos que su Presupuesto 2015, que recorta los fondos para Educación y Vivienda, destina fortunas al curro privado de la basura y convalida la suba de ABL y las exenciones fiscales a grandes empresas. Lousteau no cruza los límites para ser oposición real al PRO y a su modelo privatista, sino que lo comparte.
Votá MST-Nueva Izquierda
En el balotaje hubo un 5% de votos en blanco -la cifra más alta desde 1996-, casi un 1% de votos nulos y un 3 ó 4% más de gente que esta vez no fue a votar1. Es más del 9% del total de votantes porteños, o sea más de 200.000 personas, que son conscientes de que ni Rodríguez Larreta ni tampoco Lousteau son la salida popular que la Ciudad de Buenos Aires necesita.
Invitamos a toda esa amplia franja progresista y de izquierda a votar el 9 de agosto por la lista que encabezan Alejandro Bodart y Vilma Ripoll. A diputados nacionales por la Ciudad de Buenos Aires nuestros primeros candidatos son el directivo de la CTA porteña Sergio García, la joven universitaria Vicky Marro y el comunero Rubén Tzanoff.
Aunque Scioli ahora festeje el traspié de Macri, su modelo económico no difiere en nada sustancial del que plantea el ingeniero. Por eso convocamos a votarnos democráticamente en estas PASO para que así en octubre, que es la elección definitiva, haya una opción con propuestas distintas a esas dos variantes de lo mismo.
Pablo Vasco
1. La asistencia en las PASO y en la primera vuelta fue 73%, mientras que en el balotaje fue 69%.