Julio Argentino Roca observa desde las estatuas y los billetes, desde las calles y las plazas y si pudiera sonreiría, porque a más de 100 años de sus campañas genocidas el Estado argentino y los gobiernos nacionales y provinciales, siguen apelando a la mentira, el engaño y la violencia para vulnerar los derechos de los pobladores originarios de estas tierras. El cuento del progreso, de las riquezas inimaginables, nuevamente es utilizado para pretender justificar la usurpación, el saqueo y la judicialización.

Loma Campana, zona de sacrificio

Loma Campana es una de las denominaciones que tiene el pedazo de territorio donde YPF y Chevron llevan adelante el plan de negocios surgido del pacto aprobado en la Legislatura de Neuquén hace dos años. Más de 400 perforaciones, la primera experiencia masiva de fracking en nuestro país.
Loma Campana no es un desierto, sino que es territorio comunitario del pueblo Mapuce, el Lof Campo-Maripe, con sus diferentes familias viven en la zona desde hace años, desde hace años realizan sus actividades de pastoreo, desde hace años batallan por recuperar su cultura y su organización política ancestral, desde hace años resisten una colonización que nunca se detuvo.
Así, resistiendo y luchando lograron hace pocos meses que el gobierno provincial reconociera, mediante la entrega de la personería jurídica, su pertenencia e identidad.
Esta importante conquista de los hermanos mapuches obligó también al gobierno a la realización de un revelamiento territorial para establecer el alcance de la propiedad comunitaria, revelamiento que como no podía ser de otra manera demostró sobradamente esa propiedad ancestral. La respuesta fue primero dilatar la entrega y posteriormente negarla por completo, lanzando una campaña conjunta con la empresa YPF calumniando a las autoridades mapuches. Con la provocación de exigirle a la comunidad que desentierre a sus muertos de estos territorios.
Para la tribuna se cambian las estatuas, pero para garantizarles los negocios a las multinacionales, los gobiernos e YPF avanzan contra los pueblos originarios.

Judicialización y despojo

Por supuesto que esta política de despojo y saqueo tiene el apoyo entusiasta de la justicia, que demuestra nuevamente que más allá de las disputas palaciegas, actúa de común acuerdo con el poder político para garantizar los negocios capitalistas.
Relmu Ñamku, resistió junto a otros miembros de su comunidad un intento de desalojo ordenado por la justicia a favor de la empresa norteamericana Apache. En la refriega resulto herida una oficial notificadora, y este hecho es utilizado para montar una causa por intento de homicidio contra Relmu y otros compañeros. Esta grave acusación avanza impulsada por claros intereses políticos, y pretende establecer un precedente terrible para la lucha, no sólo de los pueblos originarios, sino para el conjunto de las luchas contra la usurpación de las multinacionales en la provincia.
El 31 de agosto es la fecha establecida para comenzar el juicio, y por supuesto desde el MST Nueva Izquierda y un conjunto de organizaciones sociales y políticas ya comprometimos nuestra presencia para repudiar esta barbarie.

La victoria del racismo

De la misma forma que se ignora sistemáticamente el acampe del pueblo Qom en la 9 de Julio, se impulsa una política de expulsión de sus territorios para darle paso al agro negocio o la explotación petrolera, para que las mineras destruyan y contaminen. Esa es la victoria que no promocionan los gobiernos, esas son las luchas que acompañamos sin dudarlo. El gobierno de “los derechos humanos” sin dudas encontrará continuidad de sus politicas en Scioli, Macri o Massa, también encontrará la lucha de los pueblos por sus derechos. Desde el MST-Nueva Izquierda nos preparamos para ser parte de esas luchas.

Martín Carcione