Tras una reunión de pymes realizada en Buenos Aires, charlamos con los compañeros Osvaldo Fernández y Alberto Rueda, pequeños viñateros sanjuaninos de Caucete en conflicto.
¿Cómo surgió el conflicto?
Osvaldo: En esta “década ganada” a nosotros nos han sacado el 50% de nuestra renta y ahora ya vienen por la tierra. Entonces los pequeños productores nos autoconvocamos para dar la pelea independientemente de la dirección burocrática, aunque en las manifestaciones unificamos las luchas.
¿Cuál es su organización?
O: La Federación de Viñateros y la Asociación de Viñateros es la parte burocrática. Al no tener una dirección en defensa de nuestra economía regional, hemos salido y pasado por sobre la conducción de San Juan, en un departamento como Caucete, uno de los de mayor producción. Ahora nos convocó la CAME a todas las regionales del país y el día 20 hemos estado en un plenario. Participaron 200 regionales, unas 300 personas.
¿Y qué medidas llevan a cabo?
O: Ayer se discutió. La posición es seguir el ejemplo de los productores de caña de Tucumán. En la calle y la ruta hay como 1.500 productores dando la pelea. En San Juan esta más pasivo porque la cosecha ya pasó. Pero el conflicto va a seguir porque las causas y la crisis económica están dadas por la superproducción y la poca planificación que hay en el Instituto Nacional de Vitivinicultura, el ente que controla la plantación de viñedos y la cantidad de vino que se hace. A veces cuando uno lleva un producto con mucho grado de alcohol se presta para la adulteración. A eso hay que sumarle la monopolización del comercio interno y externo. Hoy sólo tres empresas manejan la producción de uva de 80 establecimientos. Hay una gran concentración de capitales: manejan el 75% de la comercialización.
¿Qué reclaman del gobierno?
O: La democratización del INV con control de los pequeños productores, que somos los afectados directos. Necesitamos ser un ente fiscalizador del pequeño productor en el INV y somos soldados para combatir la monopolización. El gobierno pro-minero de Gioja deja de lado la producción. Es la política extractivista de los K. Nosotros queremos un precio base por la uva. Reclamamos la ley de los yerbateros, que nos permitiría cobrar el 33% del precio del producto en góndola. Que la uva sea ese porcentaje en el precio, como es con la yerba mate. Dejamos de lado los subsidios y el asistencialismo porque es como seguir dentro de la pobreza.
Es el problema de todas las economías regionales…
Alberto: Si usted escucha a cualquiera de los representantes, es el espejo de todos. Todos reclamamos lo mismo. Venimos de una reunión en CAME con representantes de pymes y economías regionales de todo el país.
¿La fruta no se levantó?
A: La uva también quedó sin cosechar. En la góndola un litro de vino sale 50 pesos. Pero el kilo de uva nos lo pagan $ 0.65. De esos 0.65, para llevar la uva a la bodega le cuesta 0.40. Le están robando. Quedan $ 0.25 por kilo y encima tenemos que hacer aportes. Hay que dividir la crisis en dos: el sector productivo no alcanza a cubrir costos y el consumidor paga una barbaridad, por culpa de la concentración de capitales y la monopolización que se llevan todo.
Entrevistó Gustavo Giménez