Hace unos días, el Papa autorizó a los curas a “absolver” a aquellas mujeres que “se arrepientan” de haberse practicado un aborto. Pero las mujeres no necesitamos “absoluciones” religiosas, sino soluciones. Es decir, que de una vez por todas el Estado argentino reconozca legalmente nuestro derecho elemental a decidir. Somos nosotras, sin ninguna injerencia ni presión, las que debemos poder interrumpir sin riesgos un embarazo no deseado. Si no hay aborto legal, seguro y gratuito, en nuestro país va a seguir muriendo una mujer cada día por abortos infectados, sobre todo las mujeres jóvenes y pobres, además de las miles que quedan con secuelas.
El Papa dijo también “comprender las circunstancias” que llevan a una mujer a abortar. Pero no queremos “comprensión” del Vaticano, que ahora actualiza su discurso para seguir imponiendo sus dogmas retrógrados, sino medidas concretas para no seguir muriendo.
Desde Juntas y a la Izquierda y el MST-Nueva Izquierda defendemos la educación sexual, la anticoncepción gratuita y el derecho al aborto, precisamente todas las herramientas que la Iglesia Católica y los políticos del sistema nos siguen negando.
Es necesario que el Congreso nacional debata y apruebe la ley de aborto seguro y gratuito, una deuda elemental con las mujeres que a más de 30 años en esta democracia todavía sigue pendiente.