Días atrás se llevaron a cabo las elecciones internas de todos los partidos, pero pondremos la lupa sobre las elecciones coloradas.
Las tres principales fuerzas dentro del Partido Colorado fueron la encabezada por Pedro Aliana de Honor Colorado con 507.000 votos, diputado por el departamento de Ñeembucú, hombre al cual el presidente de la Nación le financió la campaña, según palabras del propio Horacio Cartes. Aliado a personajes como el actual intendente de Asunción, Arnaldo Samaniego y su hermana Lilian Samaniego ex presidenta del partido, que hace poco acusaba a Cartes de narcotraficante, una familia vinculada al stronissmo, y otros intendentes de ciudades importantes como Ferrer de San Lorenzo, Cárdenas de Lambare, etc que aparte del espanto los une un denominador común, van por la re-reelección y gozan de la casi nula credibilidad del pueblo trabajador independiente, el cual no está atado a lo prebendario.
La segunda fuerza Colorados Añetete (colorados de verdad) encabezada por el hijo del ex secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, Marito Abdo, secundado por personajes como Galaverna, conocido entre otras cosas por haber participado del fraude electoral de 1992 favoreciendo a Wasmosy, otro aliado de Marito (como le dice Fernando Lugo) es Castiglioni, que en el 2008 acusaba a Galaverna de robarle la elección para favorecer a Nicanor. Otras de las figuras que acompañan a Marito es Arnold Wiens, pastor evangélico, lobista de las principales maquilas en el país y el autor de la polémica ley de explotación del Cerro León. Esta fuerza logró obtener 394.000 votos.
La tercera fuerza y la que demuestra cómo están las cosas en los partidos tradicionales es la suma de votos en blancos y nulos aproximadamente 120.000 el 11,39%, esto demuestra la falta de credibilidad de las direcciones, ni el aparato utilizado por la fracción de Honor Colorado – lograron mantener a sus candidaturas en las ciudades más importantes -que representan lo nuevo o las privatizaciones, de la mano de Horacio Cartes y Los Samaniego están tratando de imponer privatizaciones en todo lo que tiene que ver con lo público, ni lo Colorados Añetete representando a la burguesía tradicional colorada, la que vive fagocitando al Estado hace tanto tiempo. Si bien a principio del gobierno de Cartes apoyaron con sus votos leyes importantes , ya hay voces que se levantan en contra de la ley de privatizaciones que ellos mismos votaron en el 2013, se empiezan a cuestionar cosas pequeñas que antes pasaban desapercibidas como que el presidente reciba en la residencia presidencial a un diputado suplente por el partido colorado por el departamento de Amambay, y presunto jefe narco Carlos Rubén Sánchez Garcete, alias “Chicharô”, que días después de haber tenido una reunión con el Presidente de la Nación sería detenido por lavado de dinero y otras causas abiertas en Brasil. Estos tipos de prácticas y el siempre conocido clientelismo con el que se manejan estas direcciones está dando sus frutos. Si partimos del punto que el Partido Colorado tuvo que contar con un personaje por fuera de la política para ganar las últimas elecciones presidenciales con la imagen del empresario exitoso, y llegamos a estas elecciones donde no han despertado entusiasmo en las masas, por más que la prensa burguesa haya fogoneado como siempre las internas. Hoy las bases coloradas no confían en su dirección, tal es así que la figura que tiene mayor imagen y aceptación en la población según las últimas encuestas es el ex presidente Lugo, que también ha tenido sus acuerdos con los Colorados Añetete, tal es así que toda la bancada del Frente Guazú votó a Marito para que presida la cámara de senadores. Esto demuestra que la tarea de construir un espacio amplio de toda la izquierda social y política, de los que nos encontramos en las luchas, en la calle es primordial en este momento. Los trabajadores, los estudiantes, los desplazados por el sistema están en busca de una referencia política que realmente demuestre voluntad de cambio y cambios profundos. La tarea de la construcción está en nuestras manos. Es hora de que la llevemos a cabo, y como decía Moreno: “luchar con rabia para triunfar. Porque podemos triunfar. No hay ningún Dios que haya fijado que no podamos hacerlo”.
Luciano (Teju Jagua) Paraguay
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