El 15/9 en los Tribunales de San Martín, en lo que sería la última indagatoria, estaban a citados a declarar dos represores implicados en el asesinato de nuestra compañera Ana María Martínez, militante del PST, asesinada en 1982 por la dictadura militar. Convocados por la Comisión de Familiares, amigos y compañeros de Ana María, una delegación del MST-Nueva Izquierda se hizo presente, encabezados por Vilma Ripoll, acompañando a Carmen Metrovich, cuñada de Ana María, a los integrantes de la Comisión, a otras organizaciones y a las compañeras y compañeros que siempre están en esta lucha.
Leopoldo Héctor Flores, implicado en la causa, no se presentó, alegando problemas de salud. Lo mismo hizo el represor Héctor Ríos Ereñú. Un equipo médico de los abogados de Ana María fue a constatar la veracidad o no de esta “enfermedad”. La audiencia se llevó a cabo igualmente, y tanto el abogado Pablo Llonto, como el fiscal, y sobre todo los integrantes de la Comisión y Vilma Ripoll, insistieron ante la jueza en que se busque y sea citado a declarar un ex agente de inteligencia, llamado Peters, del que se dice que estaría todavía en actividad, responsable de haber realizado inteligencia contra Ana María los días previos a su secuestro y asesinato.
A la salida de la audiencia, realizamos un emotivo acto recordando a Ana María Martínez, a todos los compañeros asesinados y desaparecidos del PST y redoblando la lucha contra esta justicia lenta y selectiva, que solo mete presos a un puñado de militares pero no avanza sobre los cómplices de menor rango ni sobre los civiles implicados en el secuestro, tortura y asesinato de nuestros compañeros. Carmen Metrovich con sus emotivas palabras nos conmovió a todos. Vilma Ripoll planteó que esta lucha no termina hasta lograr que todos los genocidas y sus cómplices sean castigados. Y una carta de una compañera de militancia de Ana María en el PST en Mar del Plata, nos recordó vivamente a nuestra querida compañera, que siempre estará presente con nosotros.

Ana Urruti