MST - Movimiento Socialista de los Trabajadores Lunes 27 de Agosto, actualizado hace 4 hs.

Crisis en el Garrahan, explosión en el Clínicas… La salud pública en el fin de ciclo

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A diferencia de lo que “vende” la publicidad oficialista, el fin de ciclo K muestra con crudeza los graves déficits que el modelo nos deja en materia de salud pública. El Garrahan, el Clínicas y los hospitales del conurbano bonaerense son algunos tristes ejemplos.

El Garrahan es el principal hospital de alta complejidad pediátrica de América Latina. La Asociación de Profesionales -miembro de FeSProSa- denunció que el gobierno macrista en primer lugar, y en menor medida el gobierno nacional, no garantizan el presupuesto necesario para atender bien a los chicos. En concreto, y sólo de este año, Macri le adeuda al Garrahan nada menos que 114 millones de pesos. Esto motivó un masivo abrazo de protesta de sus trabajadores. A su vez, el gobierno nacional retrasa los pagos del 50% que le corresponde aportar al Hospital.
El otro botón de muestra es el Hospital de Clínicas, otrora orgullo sanitario, académico y científico. Además del progresivo deterioro edilicio, la semana pasada hubo una explosión de un equipo de esterilización, que causó heridos y obligó a evacuar.
Y por ejemplo en el Hospital Eva Perón de San Martín, cabecera de toda la zona noroeste del GBA, se cortó la luz todo el fin de semana pasado y como no funcionaba el grupo electrógeno hubo que derivar los pacientes críticos…

El relato K

Si en los ’90 Menem achicó la salud pública con los modelos de autogestión y privatización de servicios, en la era del relato K predominaron los cambios cosméticos.
“Inauguraron” hospitales hasta cinco veces. Prometieron nuevos hospitales donde hoy solo hay terrenos baldíos. Mostraron “tecnología” sanitaria que no sirve de nada sin recurso humano capacitado y en cantidad suficiente. Y hasta se llegó a decir que el municipio de Malvinas Argentinas, en el Gran Buenos Aires era… ¡“capital nacional de la salud”! ¡Sólo atienden a los residentes en el municipio y los profesionales de la salud cobran como “contrato de locación de obra”! Luego de que el intendente Cariglino abandonó el barco K, la presidenta no habló más de esa “capital de la salud”.
Manzur, que ahora ganó con fraude en Tucumán, fue ministro nacional de Salud durante más de 7 años. Nunca recibió a la FeSProSa, pese a nuestros reclamos gremiales y a las denuncias del riesgo sanitario que implican el fracking, la megaminería y el glifosato. Manzur fue responsable de los problemas del Hospital Posadas, que está bajo la órbita directa del Ministerio de Salud de Nación. Es el mayor hospital del país y el que tiene más trabajadores precarizados: casi 3.000, entre profesionales y auxiliares.

La salud, en terapia intensiva

Los casos de niños y jóvenes de Chaco o Formosa que mueren por desnutrición son la punta del iceberg de miles y miles más que las estadísticas de pobreza, miseria, desnutrición y mortalidad infantil ocultan. Nada distinto vendrá de la mano de Macri o Massa, con sus propuestas privatistas y de ajuste.
Y en la Provincia de Buenos Aires, donde gobierna el presidenciable Scioli, los problemas de multiplican. Los hospitales y centros de salud están deteriorados en lo edilicio y en lo funcional. Enfermería y todo el recurso humano es cada vez más escaso por los bajos salarios y por eso migran al sector privado. Y a esto se suma la creciente violencia contra el personal.

Hay otra salida

La crisis de la salud pública tiene remedio. Por empezar, en todo el país hay mucho recurso humano de calidad para encarar un nuevo plan nacional de salud.
Lo primero es aumentar cualitativamente el presupuesto del área, para poder nombrar más personal, mejorar sus salarios, modernizar y ampliar la infraestructura y la aparatología. También hacen falta fondos para poder aplicar la nueva ley de salud mental. Reforzar la prevención y la atención primaria debe ser otra prioridad. La producción pública de medicamentos permitiría dejar de gastar millones en compras a los laboratorios privados. Con estas medidas, más un proceso de integración de todos los subsistemas estatales e incluso declarando de utilidad pública todo lo que haga falta del sector privado, podríamos sacar de terapia intensiva a la salud pública y darle el alta que se merece.

Orlando Restivo Secretario de prensa de CICOP

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