¿Cómo valorás la actuación del fiscal?
Desde un primer momento vimos un gran trabajo de la fiscalía, con mucha profesionali-dad. El rol de los fiscales, que está tan observado, en este caso nos despertó muy buenas expectativas y se fueron confirmando. Fernando Arrigo tiene un equipo de abogados muy jóvenes, que lo asistieron en su gran trabajo en las audiencias. Hizo un alegato detallado, contundente, que no les dio margen de duda y nos dejó muy conformes por cómo se hizo, por lo que dijo y porque mostró un compromiso muy grande. Y una cuestión esencial: la independencia de los poderes. Pidió lo máximo que le permite el Código Penal por el concurso real de los dos delitos que él les imputa.

¿Qué pensás de la actitud de Jaime?
Por un lado, confirma algo que está absolutamente probado y que todos sabíamos: que hubo una gran corrupción en la relación entre Jaime y los Cirigliano. Fue una contrapres-tación de servicios. Que lo acepte confirma lo que siempre dijimos, que no se controló por un fin económico, reñido con todo concepto de ética pública y personal. Obviamente, él intenta negociar y achicar los tiempos que se le dieran. Veremos cuál es la respuesta del juez Ercolini.

¿Cómo ves la disputa entre Schiavi y De Vido?
Nosotros también sabíamos que en algún momento como eje de las defensas iban a tener que hablar. Ahora la estrategia de Schiavi es hablar de su superior. ¿Por qué no lo dijo en su momento? ¿Por qué no renunció y se fue de la función pública diciendo todo esto? ¿Ahora se acuerda que su jefe político era De Vido y no cuando veía la corrupción que le pasaba por delante; cuando tenía las denuncias de los trabajadores y los usuarios de que el Sarmiento se caía a pedazos y era una bomba de tiempo? Sinceramente, no nos aclara nada porque lo supimos desde el principio. Por eso las querellas uno, dos, tres, cuatro y la fiscalía pidieron que se investigue a Julio De Vido. Tal vez este sea otro elemento más para que la justicia decida investigarlo oportunamente. Pero bueno, ésa es la estrategia de Schiavi, despegarse de algo que no puede: la responsabilidad de la tragedia como funcionario público.

¿Qué respuesta social recogieron en estos años de lucha?
A este juicio se llega por varios motivos, pero los dos primeros son la organización y la lucha de los familiares y el apoyo social de diferentes sectores de la comunidad, organizaciones políticas, sociales y de la gente de a pie, que nos acompañó siempre. No hubiésemos podido llegar a esta instancia sin nuestra organización y nuestro empuje, pero además sin el apoyo social enorme que hemos tenido. Estamos muy orgullosos de haber podido aunar a gente que piensa muy diferente, pero que ha coincidido junto a nosotros en muchas instancias. Al momento de los alegatos tuvimos a Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, a representantes del SERPAJ, a Vilma Ripoll y Alejandro Bodart, al auditor general de la Nación Leandro Despouy, a Ricardo Alfonsín… Es gente que tiene muchas diferencias pero cuando se trata de buscar un país sin corrupción, sin negociados entre funcionarios y empresarios, y a favor de una justicia que busque responsables, están unidos. Y eso para nosotros es un orgullo muy grande.

¿Cuál sería tu propuesta para el ferrocarril?
Básicamente, que tengan el rol que se merecen los usuarios y trabajadores. Creo que si se hubiese escuchado a los usuarios y a los trabajadores a tiempo, la tragedia de Once no hubiera sucedido. Si el poder político y empresarial no hubiese elegido silenciar esas quejas, las modificaciones hubieran llegado a tiempo y se hubieran realizado sin poner la vida de los inocentes como moneda de cambio. Porque eso fue lo que este gobierno hizo: negoció vidas de inocentes por una transformación ferroviaria que después fue usada políticamente. Y eso a nosotros nos genera un rechazo enorme. Si la administración del ferrocarril no considera como parte esencial a los trabajadores y los usuarios, siempre se va a estar mirando el ombligo y no escuchando a los verdaderos protagonistas de esta historia, que son los que cuidan y los que usan los trenes.

¿Qué mensaje les darías a otros familiares de víctimas por responsabilidad estatal y empresarial?
La clave para encontrar justicia siempre va a ser tomar la bandera de la lucha en paz, del compromiso, de una propuesta de justicia clara hacia la sociedad, y en base a eso se debe buscar el camino. En el compromiso y la lucha está la clave. No para ganar la batalla, porque cuando hay inocentes muertos ya perdimos y no se puede hablar de victoria, pero sí, por lo menos, tener la conciencia social de trabajar por un país más justo y sin corruptos sueltos.

Reportaje: Ingrid Urrutia