Las elecciones que se celebrarán el primero de noviembre llegan teñidas por una salvaje ofensiva de violencia que viene perpetrando el gobierno turco hacia las regiones kurdas y el Partido Democrático de los Pueblos (HDP). Esta coalición de izquierda superó la barrera del 10% de los votos para entrar en el Parlamento en las elecciones de junio, impidiendo que el Presidente Erdogan y su partido AKP lograsen la mayoría necesaria para formar gobierno, y obligando a convocar estos nuevos comicios.
El 10 de octubre un atentado en una movilización del HDP mató a más de 100 personas e hirió a más de 400. El responsable político del atentado es Erdogan, aunque le heche la culpa a ISIS, que no se ha hecho cargo del mismo como suele hacer. A pesar de tener que suspender sus masivos actos y concentraciones por razones de seguridad, el HDP sigue firme en su intensión de voto, e incluso logra atraer votos de nuevos sectores con su campaña por «Paz, Trabajo y Democracia». Por su lado, Erdogan sólo consigue sumar votos del sector más rancio y nacionalista.
En Buenos Aires nos solidarizamos con las víctimas del atentado haciendo un acto de repudio a Erdogan frente a las oficinas de la aerolínea de bandera turca, la Turkish Airlines. El resultado del 1/11 será determinante para el futuro de Turquía.