Este año, el Coloquio de IDEA (la reunión anual de los mayores empresarios del país) fue multitudinario, más de 1.000 participantes según los organizadores. No era para menos, se realizó pocos días antes de las elecciones presidenciales y fueron a pedir que los tres candidatos “presidenciables” les rindieran cuentas de lo que harán con la economía en caso de ser electos.
Y los candidatos cumplieron con las expectativas de los empresarios. Tratando de no salirse demasiado de su libreto electoral, para no espantar votos de millones de trabajadores, los tres se ocuparon de dejar bien claro que les abrirán las puertas al diálogo, que mejorará el clima de negocios para ellos y que en definitiva habrá una devaluación del peso frente al dólar para hacer más competitiva nuestra industria. Macri y Massa fueron aún más allá, prometiendo baja de impuestos y retenciones a la soja o por lo menos que una parte de las misma la podrán debitar de ganancias. Scioli, trató de diferenciarse de Cristina asegurando el diálogo y diciendo que si bien no haría una megadevaluación, sí devaluará. Resumiendo, los tres dejaron bien en claro de qué lado estarán en caso de ser presidentes: como dijo Scioli “Me pongo del lado de ustedes porque también es parte de mi experiencia, y yo se los puedo garantizar”, abandonando todo resto del doble discurso habitual del Kirchnerismo.

Ajuste para los trabajadores

Mientras esto prometían a los empresarios, lo que dejan ver en sus plataformas y sus equipos económicos es que para los trabajadores y sectores populares lo que nos proponen es ajuste.
Decimos que Scioli y Macri son lo mismo porque, con matices, ambos comparten el diagnóstico de la crisis económica del país y comparten también las tres o cuatro medidas básicas con la que pretenden salir de la misma, más allá de que tengan diferencias en los ritmos o en la forma de hacerlo.
El ajuste que planean para los trabajadores se basa en: 1) devaluar el peso frente al dólar, con lo que los precios subirán en la misma magnitud (sea de una vez, como dice Macri, o paulatinamente, como quiere Scioli). 2) Sacar los subsidios a las tarifas de servicios y transporte, con lo que las mismas subirían del 200% al 400% por lo menos y por esa vía bajar el déficit fiscal. 3) Impedir que los trabajadores logren en las paritarias subas de salario acordes con estos aumentos en precios de mercancías y tarifas. Esto como parte de una estrategia más global de “enfriar la economía” para intentar bajar la inflación, lo cual traerá aparejada mayor baja en la producción industrial con más suspensiones y despidos de las que hoy se registran, menor generación de empleo, baja en el gasto público con quita de planes, ayudas y subsidios, etc.
Claro que esta tarea no será sencilla, tienen que vencer la resistencia de los trabajadores que vienen de años de lucha en defensa de su salario en las paritarias. Para lograrlo ambos confían en lograr un “pacto social o paz social” entre empresarios, gobierno y la burocracia sindical, siempre presta a traicionar las luchas si es que puede sacar una tajada para sí misma. Por eso decimos que gane quien gane los trabajadores tendremos el mismo desafío, poner en marcha una alternativa amplia y unitaria, política y sindical de los de abajo, para lograr que no seamos nosotros siempre los que pagamos las crisis y los destinatarios del ajuste.

Gerardo Uceda