Entre el 27/10 y el 5/11 se llevó a cabo en Zapala un juicio por jurado contra Relmu Ñamku, Martín Maliqueo y Mauricio Rain, dirigentes de la comunidad Winkul Newen del pueblo mapuche. Fueron acusados de “intento de homicidio” a la oficial de justicia que notificó del desalojo a la comunidad que luchaba contra el avance de la petrolera Apache sobre su territorio. El motivo, según Relmu y sus hermanos mapuches, era “ser pobre, india y mujer” y haber defendido su territorio tirando piedras.
En un intento totalmente desproporcionado por parte de la fiscal Sandra Gonzáles Taboada, de lograr una sentencia “ejemplificadora”, pidió la condena a 15 años de prisión para Relmu. Pero con Relmu y su comunidad a la cabeza y el apoyo de muchísimas organizaciones sociales, políticas, sindicales y de derechos humanos, como así también el acompañamiento de otros pueblos originarios y la movilización permanente desde que se criminalizara esta protesta contra las petroleras, se logró que Relmu fuera declarada “no culpable” por un jurado inédito en el país, conformado por criollos y mapuches.
Desde el MST-Nueva Izquierda de Neuquén y Río Negro, estuvimos acompañando esta exigencia de justicia porque entendíamos que lo que se buscaba tras esto era lograr la primera condena por intento de homicidio por arrojar una piedra. Y eso es realmente un hecho de suma gravedad para el conjunto del pueblo trabajador que, sufriendo muchas represiones con balas y gases, resiste a los piedrazos.
Ante este juicio y su veredicto quedan dos cosas bien en claro. La primera es que el gobierno provincial y su justicia corrupta, van a seguir jugando en el equipo de las petroleras, defendiendo a rajatabla sus intereses. La segunda es que la movilización, la solidaridad de clase y la unidad en la lucha tienen un gran poder.
Quedamos a disposición para continuar en ese camino.

Priscila Ottón