Hace pocos días se cumplió un nuevo aniversario del asesinato de César Robles, Juan Carlos Nievas y Rubén Boussas, a manos de la Triple A. Conversamos con Pedro Fuentes, dirigente del MES/PSOL y de nuestra corriente internacional, quien viajó especialmente desde Brasil.
¿A qué se debe este viaje a Buenos Aires?
He venido porque me citó a declarar el juez Oyarbide, que lleva la causa contra la Triple A que se inició en 2007.
¿Tus declaraciones están relacionadas con el caso de César Robles?
Sí, el asesinato de César ocurrió durante el congreso de nuestro partido, el Partido Socialista de los Trabajadores, que se realizó entre el 2 y el 3 de noviembre de 1974. El 1º de noviembre los Montoneros ejecutaron a Alberto Villar que, además de ser el jefe de policía, también comandaba la Triple A. Tuvimos que hacer un congreso mucho más pequeño en el local central del partido. Cuando estábamos reunidos nos enteramos de que habían matado a Rubén Boussas, de la juventud del partido y a Juan Carlos Nievas, obrero de Nestlé. Ellos habían sido detenidos durante el sepelio del diputado Ortega Peña. Muchos fuimos detenidos: yo, Guillermo Pacagnini… Fuimos fichados en la comisaría y esa lista fue utilizada después por la Triple A.
En esa comisaría estaba Rodolfo Almirón, uno de los jefes de la Triple A. Cuando escuchó mi nombre, me miró y me dijo: “Ah, Pujals. Buen apellido el suyo”. Se refería a mi hermano, secuestrado y asesinado durante la dictadura de Lanusse.
Pero César no estaba en esa lista
No, él estaba en Córdoba. Yo era amigo personal de César, había sido mi maestro político, militamos juntos en la zona norte de la provincia de Buenos Aires, donde estaban Phillips, Sudamtex, Grafa… César tenía una gran autoridad, conocíamos a los delegados, discutíamos con ellos. Después, ya en la legalidad, fundó la regional Córdoba junto con Orlando Martolini.
Dos semanas antes de nuestro congreso la policía allanó el local de Córdoba. Llevaron los compañeros al Departamento de Policía, donde los trataron brutalmente. Yo fui a Córdoba a los pocos días y discutimos cerrar el local porque en esas circunstancias no se podía mantener.
César participa del Congreso pero pierde el vuelo de regreso. Decide alojarse en casa de un amigo de otro delegado. Cuando llega ve que la casa estaba vigilada: hay un Falcon verde. Entra en una heladería. Pero detrás de él entra la policía. Corre hacia la calle gritando: “¡Soy César Robles! ¡Soy del PST! ¡Quieren secuestrarme!” El Falcon se mete a contramano y lo agarran. Después apareció muerto y llevaron su cadáver a una comisaría.
¿Cómo surgió la Triple A?
Fue ideada por Perón y sustentada en el aparato parapolicial pero también en la burocracia sindical, para combatir a las nuevas direcciones sindicales. Nosotros teníamos una gran diferencia con la guerrilla. El ERP seguía haciendo atentados y ejecutaba acciones populistas, repartos de comida en los barrios, etc. Pero no tocaba lo esencial: la resistencia y la ofensiva contra el gobierno y la burocracia que llegó a estar acorralada por esas nuevas direcciones combativas, sobretodo en Córdoba y en Villa Constitución.
Después de la muerte de Perón, López Rega mantiene el comando de la Triple A. Cuando se escapó encontraron centenas de armas en el Ministerio de Bienestar Social. Almirón era guardaespaldas de Perón. El cuento de que Perón estaba “cercado» que hicieron durante un tiempo la JP y Montoneros no era real. Existió una pre-dictadura. Métodos fascistas en un régimen democrático burgués. Atacaban selectivamente a sectores del movimiento obrero y la izquierda, militantes, artistas e intelectuales. Asesinaron a más de mil personas.
Es muy difícil que vuelva una dictadura, pero los métodos fascistas de la Triple A pueden volver a repetirse. Esta causa judicial tiene que servir para declarar la culpabilidad de los gobiernos peronistas anteriores a la dictadura y de la burocracia sindical, que utilizaron métodos que después los militares iban a multiplicar por mil, abiertamente, como terrorismo de Estado.
Entrevistó Hugo Scotte