Los resultados de las elecciones en Venezuela han arrojado un claro triunfo de la derecha opositora organizada en la MUD. Para nosotros este resultado no es sorpresivo, sino la resultante de años de equivocadas políticas del gobierno de Maduro y el PSUV. La derrota de este domingo no es más que el final anunciado por total responsabilidad de una burocracia gobernante completamente ajena a las necesidades sociales de millones. La enorme fuerza del pueblo bolivariano, sus ansias, sus sueños, hace ya mucho que chocan a diario con una casta gobernante que vive en condiciones de completa riqueza, a un abismo de las vivencias y penurias del pueblo.
La derecha oligárquica y pro-imperialista que ganó ayer, lógicamente nada positivo puede mostrar u ofrecer porque representa un proyecto de país aliado al imperialismo y al servicio de los grandes poderes económicos y financieros. Si se alzó con un triunfo en estas elecciones parlamentarias no es por virtud propia, sino por capitalizar el enorme descontento social con el PSUV y el régimen burocrático que encabezan Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. Habrá que ver qué hará la oposición con la mayoría lograda en la Asamblea Nacional y estar dispuestos a enfrentar cualquier proyecto que intente tocar los derechos conseguidos por el pueblo en estos años de lucha.
Al resultado del D6 no se llegó de la nada, sino por una involución que viene desde las esferas del gobierno. Si en vida de Chávez Venezuela logró medidas sociales importantes para las mayorías populares, aunque no se avanzó en tomar medidas más profundas contra el poder capitalista, tras su muerte el gobierno del PSUV y el Polo Patriótico abandonó cualquier posibilidad de medidas anticapitalistas y fue virando hacia un capitalismo de Estado, rentista en lo económico en alianza y complicidad con sectores de la alta burguesía, y cada vez más burocrático y antidemocrático en su régimen político. Más allá de los discursos, ese proyecto no representa en nada un propósito socialista, anticapitalista y de verdadera democracia. Por eso miles y miles se fueron alejando decepcionados del PSUV y de las organizaciones oficialistas. Ahora el gobierno habla de que “nos derrotó la guerra económica, pero es el propio gobierno, con desfalco sobre el ingreso petrolero, permitiendo la fuga de divisas y en muchos casos convirtiéndose en nuevos burgueses, quien ha alimentado las posiciones de la derecha en esta pelea política.
Además, si bien la pelea electoral central del PSUV fue contra la derecha de la MUD, a la vez a quienes el gobierno persiguió e intentó callar todo este tiempo fue a los que honestamente desde la izquierda se animaron a criticar el rumbo y a proponer otra salida. Entre ellos están nuestros compañeros de Marea Socialista, que habiéndose convertido en la principal vocería crítica con presencia nacional dentro del proceso revolucionario, fue proscripta por el gobierno impidiéndole presentarse a elecciones con su propio nombre, teniendo que actuar en clara desventaja, con diferentes nombres en muchos estados y soportando a la vez que le impidan presentar a más del 70% de sus candidatas/os. Esta represión política contra esta corriente de izquierda y contra otros críticos es un dato esencial del carácter antidemocrático del régimen del PSUV.
Los resultados electorales reafirman también que todo proceso que no avanza, retrocede. Que los gobiernos que se dicen progresistas y no toman medidas en ese sentido, a la larga son castigados por el movimiento de masas que vive situaciones indignas de falta de alimentos, de trabajo, salarios bajos, inseguridad y otros males sociales mientras ve cómo desde el poder del Estado la corrupción crece sin cesar. Estos gobiernos terminan siempre queriendo despojarse de su responsabilidad y por eso ya hay funcionarios hablando contra el pueblo, culpándolo de “desagradecido”. Cobardes funcionarios envueltos en millones provenientes del petróleo encima tienen la ocurrencia de culpar al pueblo, cuando son ellos quienes han perdido todo vestigio de proyecto de izquierda y se han dedicado a enriquecerse y a generar una nueva mafia amparada desde el poder petrolero y a espaldas del pueblo bolivariano que sufre carencias por el desastre económico. Por eso la derrota es responsabilidad del equipo de gobierno, del PSUV y del Polo Patriótico; de nadie más. El honesto y heroico pueblo bolivariano y socialista se merece otro proyecto y otros dirigentes; seguramente sabrá encontrar el camino para conseguirlo.
Desde el MST-Nueva Izquierda apoyamos a nuestros compañeros de Marea Socialista que fueron protagonistas en este último tiempo, alertando desde la izquierda sobre este triste desenlace y presentando a la vez una posición independiente antes y durante las elecciones, en medio de desiguales condiciones. Haciendo un enorme esfuerzo militante y revolucionario, estuvieron a la altura de la difícil situación y ya hoy mismo están presentando nuevas propuestas para la etapa que se abre. También hay honestos trabajadores y jóvenes que aun con muchas críticas apoyaron al PSUV con el único objetivo de que no gane la derecha. De la confluencia de estos sectores saldrá la posibilidad de seguir construyendo y fortaleciendo una gran organización revolucionaria y anticapitalista en Venezuela, partiendo necesariamente del gran espacio político ganado con coraje por Marea Socialista -que aguantó la persecución y las calumnias- y de los mejores elementos del pueblo bolivariano que tras las elecciones se decidan a construir un rumbo independiente del PSUV y de todas las esferas del gobierno. Como bien dice el dirigente de Marea Socialista y fundador de la web aporrea Gonzalo Gómez: “Luchemos ahora por una ruta de emergencia revolucionaria con medidas urgentes para superar la crisis. Preparémonos para frenar las ansias de la derecha. Seamos conscientes de que tenemos dos enemigos de la revolución: la burocracia y el capital. Son ya dos caras de la moneda capitalista. Ambos compiten políticamente pero se pasan maletines por debajo de la mesa. Necesitamos renovar y levantar la referencia política y moral capaz de corregir y reimpulsar la revolución”.
Buenos Aires, 7/12/15
Comité Ejecutivo del MST (Movimiento Socialista de los Trabajadores)