En diciembre de 1900 se publicó el primer número de Iskra, el periódico del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR). Nació con él un modelo de herramienta revolucionaria que aún perdura.
A fines del siglo XIX, el movimiento revolucionario ruso no contaba con ninguna organización nacional. Existían diversos y dispersos grupos que hacían lo que podían cada cual en su lugar, clandestinamente, bajo el yugo del estado policial absolutista.
Lenin, el futuro dirigente de la revolución bolchevique de 1917, en ese entonces lideraba uno de estos grupos, y cumplía una condena desterrado en siberia. Durante su exilio se convenció de que el movimiento no tenía perspectiva sin un partido único para toda Rusia, y que para formarlo sería necesaria una publicación común que funcionara como “órgano” del partido.
“Sin él, no podemos realizar esa sistemática y consistente propaganda y agitación que es la tarea central y permanente de la Socialdemocracia en general, y la tarea más urgente del momento, en particular.” (Lenin, Por dónde empezar)
En 1900 Lenin y dos compañeros suyos, Martov y Potresov cumplieron sus sentencias siberianas y viajaron a Alemaria, donde se juntaron con los revolucionarios exiliados Plejanov, considerado el “padre del marxismo ruso”, Zasulich y Axelrod y lanzaron Iskra (chispa en ruso). Con la autoridad que tenían los tres veteranos entre los círculos marxistas y el prestigio que se habían ganado los tres jóvenes revolucionarios, la Iskra ganó, en un período de tres años, a la inmensa mayoría de los grupos socialistas rusos a la propuesta de una partido de toda Rusia.
En 1903 tomó forma el POSDR y surgieron sus dos fracciones, la bolchevique y la menchevique, que marcarían el rumbo de la revolución rusa.
El periódico en la era digital
Desde el auge de internet y especialmente con la masificación de las redes sociales, se ha cuestionado reiteradamente la vigencia del periódico impreso como herramienta revolucionaria. ¿Habrá sido superada esta tecnología del siglo XIX por los nuevos medios de comunicación, tantas veces más globales y veloces?
La utilidad de los medios de comunicación digitales es incuestionable. La primavera árabe y la irrupción de los indignados en España se sirvieron de ellos en gran medida para convocar movilizaciones revolucionarias masivas. Pero lo que sirve para convocar acciones y masificar luchas, no necesariamente alcanza para lograr el nivel de organización necesario para disputar el poder.
Lenin le dió una importancia profunda al periódico como herramienta de organización
“El papel de un periódico no se limita únicamente a la difusión de ideas, la educación política y el enlistamiento de aliados políticos. El periódico no es sólo un propagandista colectivo y un agitador colectivo, sino también un organizador colectivo. En ese último sentido se le puede comparar con los andamios que se levantan alrededor de un edificio en construcción, que señalan sus contornos, facilitan las relaciones entre los distintos albañiles, les ayudan a distribuirse la tarea y a observar los resultados generales alcanzados por el trabajo organizado.” (Ídem.)
El trabajo con el periódico, cara a cara, entre militantes y activistas, permite construir relaciones políticas fluidas que democratizan la actividad política y facilitan la unidad en la acción. Alternativa Socialista se elabora con éste proposito revolucionario.