José Minetti sufrió un duro revés por parte de los trabajadores del molino cordobés. Luego de un año de estafar a los trabajadores descontando obra social y no haciendo los aportes, manteniendo al 50% de la planta precarizada, descontando horas de asamblea y días de paro y finalmente despidiendo a 31 trabajadores. Esta patronal no esperaba semejante respuesta organizada por parte de los trabajadores.
La respuesta fue contundente, con democráticas asambleas masivas donde se decidieron cada una de las medidas de lucha. Lograron así que la burocrática conducción local de UOMA tuviera que acatar las decisiones de la base. Y al calor de esta experiencia, gran parte de los compañeros sacó la conclusión de que es necesario cambiar la conducción.
El primer paso fue renovar los tres delegados que tenían vencido su mandato y como el sindicato no convoca la elección los nuevos delegados fueron elegidos en asamblea y muy probablemente se ratificarán en las elecciones de Junta Interna.
La empresa tuvo que dar marcha atrás con los despidos y descuentos. También regularizó la situación con los aportes y están pasando a planta a los compañeros contratados.
Al preguntarle a cualquier compañero sobre cuál fue la clave de esta victoria, la respuesta es siempre la misma: la unidad.
Verónica O‘Kelly