Mauricio Macri armó su gabinete acorde su proyecto político, con predominio de altos gerentes empresarios y ministros provenientes de la UCR, los K, el PJ y la burocracia sindical.
El núcleo macrista
Macri llevó de ministros nacionales a varios funcionarios que integraron su gabinete porteño: el ex empresario de turismo Hernán Lombardi al área de medios, el privatista Esteban Bullrich al Ministerio de Educación o Carolina Stanley a Desarrollo Social. También Guillermo Dietrich, que va al área de Transporte, dueño junto a su familia de la mayor concesionaria de autos. O Francisco Cabrera, que va a Producción, que fue gerente de la AFJP Máxima.
Arrimados por los socios
Otros ministros clave los aportaron los socios de Cambiemos. Es el caso de Prat Gay (Hacienda), que viene de la mano de Carrió y del banco inglés J. P. Morgan. El radical Buryaile (Agricultura), fue ex vice de los ruralistas de la CRA. Al radical Oscar Aguad (Telecomunicaciones) en Córdoba le dicen «el facho» por su conocida amistad con el genocida Luciano Menéndez. A su vez, la burocracia sindical aportó a Jorge Triaca (Trabajo).
El K Lino Barañao seguirá en Ciencia y Tecnología «porque hizo buena relación con las empresas». Y a Cultura va el ex empresario editorial Pablo Avelluto, que festeja por twitter golpes de Estado y plantea echar a todo docente que haga paro. De Patricia Buldrich (Seguridad) es imposible recordar sus pases políticos…
Gerentes de las corporaciones
Las multinacionales también pusieron lo suyo en el flamante gabinete macrista. Juan José Aranguren (Energía) es ex CEO de Shell y fundamentalista del extractivismo. La canciller Susana Malcorra viene de IBM, Telecom y la ONU. Federico Sturzenegger (Banco Central) fue conomista jefe de YPF con Carlos Menem. Martín Etchegoyen (Industria) es hombre de la UIA. Isela Constantini (Aerolíneas) es ex CEO de General Motors.
En el gabinete de Economía están también Gustavo Lopetegui, ex CEO de LAN, y Mario Quintana, fundador de Farmacity y otras empresas.
A este verdadero tren fantasma político-empresarial no hace falta esperarlo mucho tiempo para conocer sus intenciones. Su objetivo es el ajuste a todo lo público y a los trabajadores, a la vez que el impulso a los negocios y las ganancias privadas.
Martín Carcione