El 28 de noviembre la cámara de los comunes de Gran Bretaña aprobó bombardear Siria sumándose a Francia, Rusia y los EEUU y su coalición internacional. Esa misma tarde miles de londinenses se movilizaron y en decenas de otras ciudades de Inglaterra, contra los bombardeos. El viernes 4 de diciembre fue el turno de la “Bundestag” aprobar la intervención alemana también.
“Don’t bomb Syria” [No bombardear Siria] y “Not in my name” [No en mi nombre] fueron las consignas más levantadas en Londres. El imperialismo echa nafta al fuego de una crisis humanitaria sin precedentes del pueblo sirio con el objetivo de no perder posiciones de poder en Medio Oriente. Esta disputa entre Rusia y sus aliados, Irán, Iraq, Al-Assad por un lado y el tradicional imperialismo occidental yanqui y europeo, más sus aliados muy interesados en el área como Turquía, Arabia Saudita, Qatar, Emiratos e Israel por el otro, solo produce más muerte y destrucción y da argumentos al ISIS para inyectar el odio necesario para reclutar gente para su califato medieval y contrarrevolucionario. Es decir, toda la contrarrevolución mundial está actuando en Siria e Iraq, no solo el ISIS.
Por si esto fuera poco, los contendientes están jugando una escalada que plantea la posibilidad de una guerra aún más devastadora y que se expandiría a otros países. Turquía derriba un avión ruso que estuvo 17 segundos en su espacio aéreo, Rusia aplica sanciones económicas y lleva al mediterráneo más armamento amenazando a Turquía. Ésta a su vez moviliza 1500 soldados a la puertas de Mosul sin autorización del gobierno de Bagdad pero con la complicidad del gobierno autónomo kurdo pro imperialista de Barzani. Ya hay miles en las calles de Iraq reclamando el retiro de esas tropas <ver Iraq se moviliza…>.
Por otro lado la retórica de la lucha contra el terrorismo lleva a los potencias a disparar el racismo y la islamofobia a través de una campaña mediática y cerrando las fronteras a las decenas de miles de refugiados. Además prohíbe la libertad de expresarse a los trabajadores y al pueblo que luchan contra la austeridad y el hambre capitalista. Este es el objetivo fundamental, evitar que se ponga en peligro la estabilidad del régimen y el sistema capitalista que nunca como hoy está tan cuestionado.
Un Medio Oriente en llamas, con la lucha paralela del pueblo palestino contra el invasor sionista, pero también con un alza en las luchas de los trabajadores como lo está demostrando el pueblo egipcio <ver Egipto sacudida…>. Es que la primavera árabe, si bien tuvo su “santa rosa”, es un proceso que provocó consecuencias políticas y sociales aun no concluidas. Pero fundamentalmente dentro del panorama apocalíptico de Siria, se yergue la esperanza de la revolución democrática y anticapitalista del pueblo kurdo que junto a otros pueblos de la región como los asirios, árabes, armenios, turcomanos y chechenos acaban de formar el 8 y 9 de diciembre en la ciudad de Derik, Rojava, el “Congreso de Siria Democrática” que a su vez representará políticamente a las “Fuerzas de Siria Democráticas” (milicia conjunta de las YPG/YPJ kurdas y de las milicias representativas de los otros pueblos). Este congreso es independiente del encuentro de Riad donde Arabia Saudita organizó a la oposición proimperialista y jidhaista a Basher Al-Assad y también lo es del eje que defiende al dictador sirio. Solo apoyando esta lucha justa y legítima por la revolución democrática en Siria podrá resolverse la crisis creada por el imperialismo y sus lacayos. ¡Abajo los bombardeos imperialistas! ¡Todo el apoyo material y militar a los pueblos que luchan por la libertad y la democracia!
Fabio Marucci