«La noticia me llegó por teléfono en la mañana del 13 de enero de 1976, cuando aún no se había encontrado su cuerpo. Conocí a Carlitos en el ’73, cuando yo militaba en el sector obrero de Ensenada y Berisso.» Trabajaba en Propulsora Siderúrgica, del grupo Techint, en Ensenada, que empleaba jóvenes obreros especializados. Y también era militante del PST.
A fines de 1973 la UOM hizo elecciones con fraude. Los obreros de Propulsora las rechazan y en mayo del ’74 arman una lista de comisión interna combativa y antiburocrática. Carlitos es elegido entre los delegados. La burocracia y la patronal desconocen a la nueva interna. A partir de ahí empiezan conflictos por salario y otros reclamos. Por varios meses los compañeros hacen asambleas, trabajo a desgano, paros e incluso toman la planta por varios días. La lucha recibe apoyo de los obreros del Astillero Río Santiago, frigoríficos, fábricas de La Plata y alrededores y gran parte de la población. Hubo grandes marchas en solidaridad.
Cuando la huelga triunfa, al calor de otros conflictos, se plantea formar una coordinadora de gremios y delegados en lucha. En 1975, ante la huelga de Villa Constitución, en Propulsora los trabajadores recaudan fondos y envían una delegación. La propuesta de la coordinadora toma fuerza, con los de Propulsora como vanguardia. Fueron años de fuertes luchas, con muchos compañeros vinculados a organizaciones de izquierda, bajo el gobierno de Isabel Perón y López Rega con su aparato represivo.
Con 28 años, Carlos era el sostén de su hermana y su madre viuda. Aquel 13 de enero, de madrugada, más de diez sujetos de la Triple A se lo llevaron de la casa materna. Su cuerpo apareció sádicamente asesinado, junto al de otro delegado de Propulsora, en la zona de Ignacio Correa.
Carlitos fue un gran activista, reconocido y querido por sus compañeros. Pese al clima de represión, más de mil obreros de Propulsora y militantes del PST acompañamos sus restos hasta el cementerio. Juan Carlos Scafide ¡Hasta el socialismo siempre!
Mabel Formigo, MST-La Plata