Queremos aportar a desnaturalizar lo sucedido, para comprender quiénes son los responsables y pensar posibles soluciones.
Para explicar las causas de las inundaciones que desde fin de año afectan a gran parte de nuestro Litoral, Uruguay, Brasil y Paraguay, los grandes medios y los funcionarios políticos apuntan a «El Niño». Pero omiten los vínculos entre ese fenómeno climático y el calentamiento global causado por la creciente emisión de gases de efecto invernadero.
No es casual. Hace pocas semanas, la Cumbre sobre Cambio Climático de la ONU realizada en París dio como resultado un documento que omite por completo los combustibles fósiles, causa central de la alteración brusca y desaforada del clima. Se oculta así al sistema capitalista como causa y a los gobiernos y empresarios como responsables. La lógica del sistema, orientada a maximizar las ganancias de unos pocos privilegiados, empuja a la utilización creciente de hidrocarburos y a la destrucción de la naturaleza.
El extractivismo inunda
En este marco se inscribe la creciente matriz extractivista de la economía regional. El mapa de las zonas inundadas coincide con el de la sojización y el desmonte. El desgaste de los suelos por el monocultivo y los agrotóxicos más la pérdida de biodiversidad reducen la capacidad de absorción del agua, que así se acumula en los ríos y arroyos.
La transformación del suelo urbano en mercancía del negocio inmobiliario empeora aún más el escenario, al empujar a las poblaciones hacia asentamientos precarios en zonas inundables.
Todo esto retroalimenta el proceso de calentamiento global. Los gobiernos nacionales, provinciales y locales de la región son responsables por impulsar tales políticas de saqueo extractivista.
A río revuelto, ganancia de «inundadores»
Los gobiernos son también responsables por las acciones tomadas antes y durante la inundación. Así lo denuncia la Asamblea Ciudadana Concordia, mediante una presentación penal para que se investigue la actuación de la administración de la represa de Salto Grande por haber privilegiado la generación de electricidad manteniendo elevados los niveles de agua sin prepararse para contener la crecida.
A su vez, las autoridades tardaron días en organizar un «comité de crisis» que, además, no da respuesta a las necesidades de los miles de evacuados. El Estado brilla por su ausencia y ya anunciaron que no habrá subsidios para los inundados pero sí para los terratenientes afectados. También hay denuncias por desvío de donaciones y acaparamiento por parte de los punteros.
Salir del modelo inundador
Así como sostenemos que hay un modelo inundador y responsables políticos, creemos que es posible y necesario superarlo. En lo inmediato, el Estado debe resarcir a las víctimas de la inundación y garantizar una reconstrucción sin clientelismo y con participación de los ciudadanos.
A la vez hay que avanzar en una transformación radical del modelo extractivista. Esto implica realizar una reforma agraria radical y agroecológica que termine con el agronegocio, el desmonte y el monocultivo, salir de la matriz energética hidrocarburífera y prohibir la construcción de represas en ríos de llanura. El modelo nos inunda; construyamos una alternativa para superarlo.
Luis Meiners
Voces de la Asamblea Ciudadana Concordia. «La represa tiene una actividad extractivista»
Lita: «La pregunta que nos hacíamos todos los que estamos preocupados por el tema y las que surgían de conversar con el resto de las personas, muchas de ellas afectadas, era si esto se podría haber morigerado, no evitado, pero sí disminuido los efectos. Como teníamos esa preocupación y no teníamos respuestas acerca de lo que se podía haber hecho, entonces hicimos una presentación pidiendo una investigación para que se determine si efectivamente se había actuado bien o si hubo negligencia en el manejo de la represa. Por eso el 29 de diciembre hicimos una presentación ante el juzgado federal de Concepción del Uruguay.»
Facundo: «La idea de la presentación es que se busque alguna respuesta sobre el suceso que ha pasado, partiendo de la idea de que no es un «desastre natural» sino una situación que tiene antecedentes… Entonces decidimos hacer esta presentación como un modo de preguntarle al Estado de qué manera actuó y si entre todos podemos también empezar a revertir esta política que nos viene inundando sistemáticamente. En esta línea, podemos agregar que no solamente la represa tiene un rol extractivo al privilegiar la generación de energía antes que la posibilidad de no inundarnos, sino también poder ver con más amplitud la cuestión extractivista por el tema de la deforestación, el agronegocio, los acueductos. Creemos que todas estas cuestiones tienen que ver; que van encadenadas.»
Oscar: «Nuestra asamblea ha tomado consciencia a través de todas las actividades que ha venido desarrollando en estos tres años que también la represa tiene una actividad extractivista. Es el extractivismo a ultranza a expensas de los pueblos, que a lo largo del Río Uruguay suman casi un millón de habitantes. Es decir; no son sólo diez mil habitantes evacuados en Concordia, sino que el peligro aguas abajo, e inclusive en esta oportunidad aguas arriba, son una cantidad muy importante de habitantes. No solamente que pueden ser desalojados, sino las consecuencias de las inundaciones en cuanto a salud y demás actividades, que no se ven a primera vista, pero surgen a poco tiempo de andar. Se prioriza y se tiene como único beneficio la producción de energía eléctrica en favor de grandes sectores de la Argentina, las grandes industrias y las grandes ciudades, y nosotros, los pueblos que estamos aguas abajo, recibimos las consecuencias y el pasivo ambiental.»
Lita: «En concreto y para terminar, lo que nosotros pretendemos es que se abra una investigación para determinar si se privilegió la producción de energía por sobre el bienestar de los pueblos ribereños.»
Reportaje: Nadia Burgos
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