Macri gobierna por decreto también en el área de comunicación. Contrariamente a los decretazos y las intervenciones, es necesario realizar cambios profundos.
Macri firmó el decreto 236/2015 interviniendo por seis meses la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual) y la AFTIC (Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y la Comunicación). Al día siguiente desalojó y clausuró la AFSCA.
Días antes le otorgó al Ministerio de Comunicaciones el manejo de las acciones de ARSAT, la empresa estatal de satélites, y creó un «sistema de medios públicos» por encima de la sociedad estatal Radio y Televisión Argentina. Luego firmó el decreto 267/15 creando el EnaCom (Ente Nacional de Comunicaciones), un ente autárquico y descentralizado que funcionará en el ámbito del Ministerio que preside Aguad y tendrá las competencias y funciones que las leyes de medios y de Argentina Digital asignaban a la AFSCA y AFTIC.
Decreto tras decreto Macri provoca importantes cambios en el sistema de comunicación e información del país, preanunciando un rumbo de retroceso.
Del doble discurso K…
Desde que los K impulsaron la aprobación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, fuimos muy críticos, alertando que no garantizaba la pluralidad de voces, no regulaba los medios gráficos ni Internet e imponía mayoría gubernamental en AFSCA y minoría de trabajadores en el Consejo Federal. Encima pusieron a la AFSCA bajo la batuta del Jefe de Gabinete, el mismo que repartía la millonaria pauta publicitaria oficial. De remate, con la Ley 27.078 Argentina Digital, el gobierno le abrió el mercado audiovisual a las corporaciones telefónicas.
En estas condiciones, el gobierno K convirtió a los medios oficiales en oficialistas y montó un poderoso multimedios propio, en paralelo al Grupo Clarín. Así utilizaron la ley de medios en su beneficio y, lamentablemente, incumplieron el punto más progresivo al no otorgar el 33% de las licencias de radio y TV a entidades comunitarias, sociales o sin fines de lucro.
…al doble discurso PRO
El PRO sacó a Sabatella de la AFSCA por ser «militante K» y denunció la falta de «actualización y convergencia tecnológica». Pero fueron excusas, ya que pusieron al frente a un «militante PRO» y ex legislador macrista, Agustín Garzón. El objetivo real del macrismo es profundizar la participación de las empresas telefónicas en el negocio de los multimedios y la de éstos en la telefonía, como lo indica la compra de Nextel por Clarín.
Se llenaron la boca hablando de «diálogo» pero ejercen el poder a fuerza de decretazos e intervenciones.
Hay que democratizar en serio
Como socialistas, no concebimos la libertad de prensa como libertad de empresa. Rechazamos el privatismo y el pensamiento único al estilo stalinista, defendemos la pluralidad de voces y corrientes de pensamiento.
En el sistema capitalista la «igualdad de oportunidades» es una farsa porque rige la ley del más fuerte: la propiedad privada.
La única forma de garantizar un real pluralismo es que los medios -al igual que Internet y los medios gráficos- sean de propiedad pública y funcionen bajo control social, garantizando un acceso equitativo a todas las expresiones.
También es preciso establecer porcentajes obligatorios de producción nacional y programación cultural, el estricto control social de la distribución de la pauta oficial y el respeto al Estatuto del Periodista. Esto no impide que en la programación y contenidos puedan participar productoras privadas, pero la decisión le corresponde al medio público con control social.
En tal sentido, lamentamos que los diputados del FIT se limiten a la postura democratizante de pedir que el debate sobre AFSCA «pase por el Congreso» pero sin fijar posición de fondo desde la izquierda sobre la propiedad y el funcionamiento de los medios.
Desde el MST-Nueva Izquierda queremos que «se escuchen todas las voces.» Estamos dispuestos a la unidad de acción en defensa de los trabajadores de los medios y de todo avance democrático real.
Flor Carral