Macri viajó a San Juan a anunciar un subsidio de 4000 millones de pesos para las corporaciones del saqueo cordillerano. Compartió escenario con el gobernador del FPV de esa provincia. Se sumaron al coro de aplausos los demás dirigentes del espacio K de las provincias mineras. Nuestro análisis, ubicación política y propuestas
Queremos empezar ubicando el debate. Vamos a tomar un caso, emblemático, para graficar nuestro punto de vista. Barrick Gold. Multinacional minera canadiense. Su CEO, Peter Munk, está vinculado al tráfico de armas. Tuvo en su origen empresario un lobbysta de lujo: George W. Bush (padre). Así se instaló en la cordillera Argentina con un marco legal escrito en las oficinas de Montreal: el Código de Minería que otorga ventajas increíbles al negocio extractivo. Algunos datos:
La Barrick recluta en Argentina más del 20 % de su rentabilidad mundial. Solamente Veladero, cerca de Jáchal, le reporta el 10 % de sus ganancias planetarias
Por los casi 10 millones de litros diarios de agua potable utilizada, paga 93 pesos. La provincia de San Juan es cultivable solo en un 20 % de su territorio por falta de agua
Esta corporación recibe a precio subsidiado gasoil –por millones de litros- y energía eléctrica.
Ahora, con esta transferencia de casi 4 mil millones de pesos anuales el gobierno de Macri con aval de los gobernadores del FPV terminan de redondear la garantía de rentabilidad extraordinaria del despojo neocolonial en Argentina. Toda una orientación social: impuestos al consumo popular con el IVA, impuesto al salario, tarifazo a la energía eléctrica y despidos masivos. Como contracara la CEOcracia del PRO premia a los envenenadores del agua.
Encuentro Nacional en Defensa de los Bienes Comunes
Es cierto que los proyectos megamineros se multiplicaron. También la resistencia. Decenas de asambleas ciudadanas se fueron consolidando. Creció la lucha contra el agronegocio, desde la Asamblea de Malvinas, la Red de Médicos, FESPROSA y ahora el colectivo “Andrés Carrasco”, que animamos con la Red Ecosocialista. Las multisectoriales patagónicas contra el fracking y las asambleas ciudadanas en defensa del espacio público completan un cuadro que perfila un verdadero movimiento social diverso de oposición al extractivismo capitalista. Ese movimiento tiene que lograr dar un salto de calidad. ¿Por qué no un Encuentro Nacional en Defensa de los Bienes Comunes? Estamos convencidos que una tarea crucial es elevar al plano de la coordinación nacional las múltiples resistencias para concentrar fuerzas y construir una posición mucho más sólida. Ahora, en lo inmediato, nos jugamos a bancar a fondo el acampe de la asamblea del Algarrobo en CABA, a nacionalizar el repudio al subsidio a las mineras y a continuar con la campaña por la prohibición del glifosato.
Resistir, organizar y proponer
Nuestra propuesta en el movimiento socioambiental implica una combinación: impulsar la más amplia unidad para resistir, incluso poner en pie un Encuentro Nacional y a la vez, organizar en un colectivo nacional a todos quienes adhieran a una propuesta pos-capitalista, de reorganización productiva, basada en las necesidades mayoritarias:
Soberanía alimentaria, erradicando el agronegocio. Sin transgénicos, ni agrotóxicos. Agricultura de proximidad y derecho social a la comida sana. Reforma agraria y expropiación a los pooles
Despetrolar y descarbonizar la matriz energética. Transición a renovables y limpias: solar, eólica, mareomotriz. Reconversión productiva y laboral, con garantía estatal para todos los trabajadores
Prohibir la megaminería contaminante. Revolucionar el espacio urbano. Más verde, menos cemento. Fomentar el transporte público estatal con control social. Desincentivar el uso del transporte individual
Democracia real ya. Revocabilidad de todos los cargos electivos. Salarios sin privilegios: igual que un docente. Político que no cumple, pierde el cargo
Estas son algunas directrices que nos trazamos. Para eso construimos la Red. Y en simultáneo militamos por la unidad de la izquierda y los movimientos sociales. Para eso fortalecemos el partido que defiende esa idea e integra el ecosocialismo como un perfil: el MST Nueva Izquierda.