Con la crisis de los ‘90 y el 2001 se acrecentó la necesidad de buscar una salida laboral, es ahí como este sector de trabajadores no formales ganó la vía pública para poder trabajar dignamente, no permitiendo ni a la policía ni a las mafias que los utilicen para sus negociados.
El gobierno macrista hizo una ofensiva muy dura sobre ellos. El gobierno apoyándose en un cierto humor popular apostó cientos de policías en Caballito, allanando viviendas, deportando extranjeros, con la policía, migraciones y la Interpol. Vaciando la Avenida Rivadavia, desde avenida La Plata hasta Primera Junta. Permaneciendo las fuerzas hasta este momento.
Frente a una asamblea de más de 100 trabajadores manteros de Caballito, con la presencia de manteros de otros lugares, en la Avenida Rivadavia y Acoyte, Omar Guaraz dirigente de Vendedores Libres, nos dijo: «Tenemos necesidad de comer y vivir, tenemos que tener el derecho de trabajar y lo hacemos como podemos, somos perseguidos por la policía como si fuésemos ladrones. Existe una ley de regulación de la actividad que el gobierno de Macri vetó. El autor es el compañero Alejandro Bodart. En un momento de nuestro país, donde los despidos son moneda corriente, sufrimos allanamientos, deportaciones, y ante nuestros hijos nos muestran las armas, les pedimos que nos entiendan y se solidaricen solo queremos trabajar.»
Alejandro Bodart, dirigente del MST que viene acompañando todas las protestas, nos dijo: «Hay que explicarle a la gente que todos tenemos derecho a trabajar y es función del gobierno garantizarlo, está en la Constitución Nacional. Si nos mantenemos unidos vamos a poder lograr recuperarlos y ganar.»
El lunes 15 de febrero después de 25 días sin trabajar, sin poder contar con el dinero para poder vivir, los compañeros decidieron volver a la calle a ofrecer su mercadería sin las mantas.
Reclaman que el gobierno les dé una salida que respete su fuente de trabajo.
Mónica Sulle