Macri debió dar marcha atrás con su techo del 20-25% y terminó ofertando un 40,3% al salario docente. Aunque el aumento real es del 34,5% al ser en 2 cuotas, con $ 58 más por día hasta agosto. El 24 hay paro con los estatales y llamado a no iniciar el 29.
Luego de ofertar mucho menos, ante el ruido de “no inicio” y el llamado a parar el 24 con los estatales, el ministro de Educación, Bullrich, dio una voltereta con el 25% que ofreció un día antes y llevó el inicial nacional a $ 7.800 en febrero (28,7%) y a $ 8.500 en julio (11,5%). Eso incluye al Incentivo, que pasa de 510 pesos a 810 en febrero y 1.010 en julio. Sin esa plata en negro, el aumento es menor.
Luego de cacarear con no iniciar, la Celeste de CTERA y los gremios de la CGT Caló se aprestan a acordar. Pese a que pidieron un inicial de 8.500 más otros $ 510 al duplicar el Incentivo, lo que implicaba $ 9.010 y un 48,7% de aumento sobre los $ 6.060 que se pagan en varias provincias.
La Celeste resalta la promesa de paritaria “abierta”, cosa que antes firmaron con el gobierno K y no se cumplió. Además de la continuidad de planes socioeducativos, pese a no tocar la precarización que implican. Más allá de la vocación acuerdista de CTERA que llama a Congreso el 26, se está lejos de la última palabra.
En asambleas, rechazar los 8500. Vamos por 12 mil
Falta ver cómo se traduce en las provincias porque la oferta es toda en negro. Con la sola promesa de “empezar a trabajar para que las sumas fijas se conviertan en remunerativas y bonificables”. Palabras en papel. Ya que Bullrich se negó a blanquear el Incentivo y el monto del Art. 9 que aporta la Nación a 7 provincias.
Lo ofertado está lejos de los $ 12 mil que pedimos desde la Federación Nacional Docente, FND-CTA y gremios como Ademys o los SUTEBA disidentes. También del 40% a 45% que piden los gremios estatales a los que -en Provincia-, Vidal les ofertó un 22,8% en 4 cuotas, lo que implica 14,7% anualizado.
Tampoco hay aumento del 50% en los básicos. La Nación no se compromete con las provincias, sólo a un supuesto envío de fondos por infraestructura. En ese panorama, varios distritos difícilmente cierren, al fijarse un porcentual superior al 10%; el 19% o 24% ofrecido en Chaco, Mendoza y Buenos Aires.
En asambleas debemos rechazar los 8.500. Según la Celeste, esa oferta “es producto de la fuerza de los docentes” y “ayudará a fortalecer las discusiones paritarias provinciales”. Pero, con el solo anuncio de un paro en febrero y del “no inicio”, Macri debió desandar sus techos de 20-25%; con la lucha organizada de docentes y estatales, sí es posible parar el ajuste y lograr la fuerte recomposición y blanqueo salarial que requieren los trabajadores de la educación para ir a una escuela pública de calidad.
Paremos el 24 y “no inicio” el 29
Esta oferta no garantiza “las discusiones provinciales”. Al contrario, parar y movilizar el 24 e ir al paro nacional el 29 como parte de un plan de lucha, son la única garantía de fortalecer las paritarias provinciales.
Una cosa es que Bullrich ponga un piso que no paga y otra, que destine los fondos para garantizar un fuerte aumento en las provincias, ante gobiernos del PRO y la UCR (Cambiemos) o el FPV y el PS que ofrecen poco.
La FND está en estado de asamblea, alerta y movilización, impulsa el paro nacional de gremios estatales el 24 y el “no inicio” el lunes 29. En la emergencia se reclama:
Salario no inferior a $ 12.000, desde enero, sin cuotas ni sumas en negro e indexado por inflación.
Blanqueo del Incentivo, pero disponiendo su aumento a $ 2.000 con fondos del presupuesto nacional. También blanquear el Art. 9º que aporta Nación a 7 provincias.
Salario básico nacional unificado, aumento no inferior al 50% de los básicos. En la mayoría, son hoy de indigencia, entre $ 2.800 a $ 3.800.
Es el mandato a impulsar, con los gremios docentes que paren y movilicen en las provincias y en unidad con los gremios estatales y la CTA. Porque recursos hay.