¡Sí, andate a tu casa, a los Estados Unidos! A miles y miles en toda la Argentina, la visita oficial del presidente norteamericano nos da bronca, nos indigna. Obama tiene derecho a venir, claro está. Pero nosotros tenemos pleno derecho a rechazar su presencia y así lo haremos sentir en las calles.
Aunque el gobierno macrista y toda la dirigencia del sistema digan que hablar de imperialismo “ya es antiguo” y que Obama “es distinto”, el imperialismo sigue existiendo y hoy su jefe máximo es Obama.
Obama banca a los fondos buitres que son enemigos de nuestro país. Macri les reconoce y les paga una deuda trucha. Esos usureros se llevan millones y millones que salen de nuestros bolsillos, de nuestros salarios y jubilaciones, y que en realidad deberían destinarse a salud, educación, vivienda y trabajo.
Obama apoya a las corporaciones como Chevron, Exxon, General Motors, Cargill, IBM, Pepsico, Walmart, Nike, Ford, Phillips, General Electric y otras, que dominan nuestra economía y saquean nuestros bienes comunes. También apoya a sus bancos piratas como el JP Morgan, Citibank o ICBC (ex Boston), que se la llevan con pala. Y quiere meter a nuestro país en el Tratado Transpacífico (TPP), en beneficio de las multinacionales.
Obama es además la cabeza política del imperio que comanda la OTAN, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el BID, la OCDE y demás organismos del capitalismo global. Y es el que bombardea e interviene militarmente en Medio Oriente, en Haití y avasalla la soberanía de cuanto país del mundo se le ocurra.
Encima, Obama no viene en cualquier fecha: ¡viene justo cuando se cumple el 40º aniversario del golpe militar que asoló nuestro país, entregó nuestra economía y segó la vida de 30.000 compañeros! Es una verdadera provocación. Demos un repaso a la historia:
En 1976 el presidente yanqui era Gerald Ford, del Partido Republicano. Ford y su secretario de Estado, Henry Kissinger, respaldaron a la Junta Militar que aplicó el terrorismo de Estado. Los préstamos del FMI fueron clave para afianzar el plan del siniestro ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz.
En 1977 asumió Jimmy Carter, del Partido Demócrata. Recibió a Videla en la Casa Blanca. Mientras un sector de su gobierno hacía críticas por los derechos humanos, el otro avalaba los créditos del Eximbank a la dictadura. En 1978 Carter recortó la ayuda militar sólo como presión para que nuestro país suspendiera su desarrollo nuclear.
A partir de 1981, con el republicano Ronald Reagan, EE.UU. mantuvo su total complicidad política y financiera con el gobierno militar argentino. En 1982, eso no le impidió respaldar militarmente a sus aliados del imperio británico durante la Guerra de Malvinas.
Obama hoy representa la continuidad institucional del mismo Departamento de Estado yanqui que, con “republicanos” o “demócratas”, convalidó a los milicos asesinos que aquí arrasaron con todo vestigio de república y de democracia.
Por todas estas razones repudiamos su presencia en suelo argentino. Y a su vez esperamos que no se le ocurra pisar la ESMA, lo cual sería una afrenta a la memoria de los 30.000 desaparecidos.
Si Macri recibe a Obama con alfombra roja, no será en nuestro nombre. No queremos ser colonia: llevamos las banderas antiimperialistas en nuestro ADN y más aún ante los 40 años de la peor dictadura de nuestra historia.
Desde el MST-Nueva Izquierda te invitamos a compartir las acciones que, desde ya mismo, estamos preparando en todo el país para rechazar la presencia de Obama y también el protocolo represivo y el ajuste de su vasallo Macri.
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