Desde hace cuatro semanas, los gremios estatales llevan adelante un paro contra el ajuste de la gobernadora del Frente para la Victoria.
A poco de asumir el gobierno provincial, Rosana Bertone descargó un brutal ajuste con tarifazos, más de mil despidos en el sector estatal y el planteo de que no habría recomposición salarial durante la primera parte del año. Pero la gota que rebalsó el vaso fue la aprobación en la madrugada del sábado 9 de enero de un paquete de leyes cuyo punto saliente es la reforma del sistema previsional que eleva la edad jubilatoria e implementa un “aporte solidario” compulsivo.
El 3 de marzo comenzó el paro por tiempo indeterminado de docentes, trabajadores de la administración pública provincial enrolados en ATE, judiciales, empleados de Vialidad Provincial, bancarios, trabajadores de los órganos de contralor, de los hospitales nucleados en ATSA, médicos, de Luz y Fuerza y el resto de las áreas que dependen del estado fueguino. Los gremios, junto a los jubilados que también se sumaron a las medidas montaron un acampe en la puerta de la casa de gobierno que impide a la gobernadora y sus funcionarios acceder a sus despachos y durante más de diez días se realizó un corte de ruta en el acceso a la ciudad de Ushuaia. El 11 de marzo se movilizaron más de diez mil personas en la capital de la provincia y el 17 otra gran movilización marchó desde el corte de ruta en el acceso a la ciudad hasta la gobernación. El último fin de semana, luego de levantar el corte de ruta una masiva caravana recorrió la ciudad.
La lucha de los trabajadores desató una crisis política que tiene jaqueada a la gobernadora y algunos sectores empiezan a plantear la revocatoria de su mandato. Mientras tanto Bertone se niega a derogar las leyes y su única respuesta fue pedir el envío de gendarmería. La receta de ajuste y represión macrista tiene su correlato de la mano del FPV en la Patagonia Austral. La provincia de Santa Cruz se mira también en el espejo de Tierra del Fuego. Las semanas que vienen serán decisivas para el desenlace del conflicto.
Emilio Poliak