Bruselas es la sede de la Comisión Europea, del Parlamento Europeo y de la OTAN. El 22 de marzo ocurrieron allí dos atentados terroristas suicidas con explosivos: en el aeropuerto y en una estación de subte. De ese modo la organización ultraislámica ISIS mostró una vez más su accionar contrarrevolucionario, asesinando a inocentes.
Este es el alto precio que los europeos siguen pagando por la rapiña y las guerras que sus gobernantes imperialistas llevan a cabo en varios países de Medio Oriente. Junto a sus aliados norteamericanos y a Rusia, en defensa del dictador sirio Al Assad, masacran a poblaciones enteras que deben huir de sus ciudades por los bombardeos indiscriminados de todos los bandos. Junto al ISIS como autor directo de estas 32 muertes en Bélgica, también son responsables los gobiernos de la vieja Europa y de los Estados Unidos.
Por otra parte, el pasado domingo 27, otro atentado suicida cometido en la importante ciudad pakistaní de Lahore dejó el horroroso saldo de más de 70 muertos -entre ellos una veintena de niños- y unos 370 heridos. En este caso el objetivo eran familias cristianas que celebraban la Pascua, aunque la explosión afectó mayormente a pobladores de credo musulmán. La brutal acción criminal se la adjudicó Jamaat ul-Ahrar, “Asamblea de los Libres”, un grupo terrorista talibán vinculado a Estado Islámico.
Desde el MST expresamos una vez más nuestro más profundo repudio a estos atentados atroces, que ninguna ideología política ni creencia religiosa pueden justificar. Defendemos el derecho democrático de los pueblos de todo el Medio Oriente a decidir su propio destino, libres de los gobiernos dictatoriales, la injerencia de las grandes potencias y las bandas terroristas de fanáticos oscurantistas.
Fabio Marucci y Pablo Vasco