Bariloche: ¡alto a la violencia de género!

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El femicidio es la violencia más extrema que puede sufrir una mujer, es la anulación, la muerte por el sólo hecho de ser mujer. Pero esta violencia no aparece de la nada, sino que es producto de una sociedad machista que cosifica a las mujeres y las reduce. Es una relación asimétrica en la que el hombre está en una situación de poder. El patriarcado legitima muchas formas de violencia: simbólica, verbal, emocional, económica, sexual y física. Cuando la mujer es objeto de violencia constante, la resultante más brutal es el femicidio.

En diez días, tres femicidios

Nuestra ciudad está preocupada y movilizada tras los sucesivos hechos de violencia de género, que sacudieron la postal con multitudes en la calle. Los hechos convulsionaron a Bariloche: en tan sólo 10 días hubo dos femicidios, una violación y una desaparición. Tras el hallazgo del cuerpo, este último caso se confirmó como otro nuevo femicidio: el de Micaela Bravo.

Todo comenzó el viernes 18 con la muerte de Ruth Sagaut, una joven de 28 años, madre de cuatro hijos, que fue llevada al hospital zonal por su ex pareja en estado inconsciente y minutos después falleció. La autopsia determinó que la víctima murió asfixiada por ahorcamiento. El único imputado es su ex pareja, Claudio Javier Osman. La familia de Ruth organizó una marcha 48 horas después del trágico hecho, para exigir justicia. Hace dos años, ella había denunciado ser víctima de violencia.

El segundo episodio fue el domingo 20, cuando una mujer de 69 años caminaba por la costanera para ir a tomar el colectivo. Un hombre la abordó, la obligó a dirigirse al sector del Museo Paleontológico y la violó. La mujer radicó la denuncia policial y el hombre quedó detenido acusado de abuso sexual. Días después, el fiscal Bernardo Campana decidió dejarlo en libertad. El Poder Judicial no dio ninguna explicación al respecto.

Ese mismo día Micaela Bravo, una joven de 28 años madre de tres hijos, fue a llevar a sus niños al jardín Nuevo Mundo, en el barrio El Frutillar, y no se supo más nada de ella. Su búsqueda estuvo signada por rastrillajes fallidos y cuestionados. El “gran operativo” anunciado no fue más que otra mentira de un poder político ineficiente y, por omisión, responsable.

El domingo a la mañana se recibió el alerta por el hallazgo del cuerpo de una mujer en el camino viejo del aeropuerto. En principio se creyó que podía ser el de Micaela, pero resultó ser el cuerpo de Natalia Báez, una joven de 28 años que el viernes había salido a bailar y nunca más volvió a su casa. Más tarde se conoció el encubrimiento policial en este brutal femicidio, tras encontrar en Viedma a su presunto asesino, hijo de un policía.

Varias marchas para reclamar la aparición de Micaela, el cese de la violencia de género y justicia para las víctimas fueron el centro de la escena barilochense en los últimos días. Son herramientas imprescindibles, ya que si no estaríamos mucho más lejos de conocer la verdad sobre los femicidas y sus encubridores.

La responsabilidad de los gobernantes

La sociedad interpeló a la justicia y al intendente de Bariloche, Gustavo Genusso, cuya respuesta no alcanza. En diciembre desarticuló la Dirección de Equidad de Género y la supeditó a la Secretaría de Desarrollo Social. Y el gobierno provincial no se queda atrás: hace poco los trabajadores denunciaron la desarticulación de la Oficina de Atención a la Víctima. El lugar funciona en el Ministerio de Desarrollo Social y el objetivo es atender y orientar en casos de violencia de género de manera territorial. Por eso denunciamos la responsabilidad de los gobiernos municipal, provincial y también nacional.

Exigimos una ley de emergencia ya, porque estamos en emergencia y necesitamos presupuesto para casas-refugio, asistencia psicológica e interdisciplinaria y subsidios para que las mujeres puedan salir del círculo  de violencia, para que las que dependen económicamente de hombres violentos puedan autovalerse, trabajar, estudiar y vivir plenamente. Necesitamos más dispositivos públicos que trabajen en territorio, detectando y en prevención. ¡No más recortes!

  • ¡Justicia por Ruth, Natalia y Micaela!
  • Despatriarcar es más que urgente, porque ¡vivas nos queremos!

Karina Rauque, Juntas y a la Izquierda – Bariloche

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