Cuando la bronca crece y las luchas ganan las calles, los diputados de la “oposición” pretenden lavarse la cara con proyectos de ley que no sirven para frenar los despidos. El camino es un paro general y un plan de lucha.
Después que dejaron correr 150.000 despidos, avalaron el pago a los buitres y demás medidas de ajuste, los legisladores nacionales del PJ, FPV, Massa y otros “opositores” presentaron con bombos y platillos proyectos contra los despidos.
Un saludo a la bandera
El proyecto que se aprobó en el senado es una farsa. Cobró notoriedad porque unificó todos contra el oficialismo, porque fue uno de los puntos que motivó la multitudinaria marcha de las centrales y porque Macri, que quiere tener las manos libres para seguir despidiendo, anunció que iba a vetarlo. Pero el proyecto no sirve porque no es retroactivo: no propone reincorporar a los 150.000 ya cesanteados y porque termina justificando a las patronales que despiden. El proyecto es tramposo porque emplaza a los trabajadores. Si quiere su reinstalación debe recurrir a la justicia, lo que en un país donde los juzgados están desbordados y la justicia camina a paso de tortuga, fuerza a los trabajadores a optar por la otra opción: una “doble indemnización”, que no es otra cosa que un retiro voluntario o despido encubierto al fin.
Massa, que viene siendo un felpudo de Cambiemos, amagó con presentar un proyecto más trucho todavía, consensuado con el oficialismo y los patrones de la UIA integrantes de su espacio de “incentivo del empleo para PyMes”, que ni siquiera mencionaba los despidos. Sería un proyecto similar al de “blanqueo laboral” de 2014 aprobado casi por unanimidad en ese momento que terminó con un incremento de la precarización, casi un premio a las patronales.
Ante la crisis abierta en el Frente Renovador ahora parece que Massa volvería al proyecto de ley original, el aprobado en el Senado.
Hace falta un paro general y plan de lucha
La marcha del 29/4 demostró la bronca de miles y la necesidad de unir los conflictos para frenar los despidos y derrotar el ajuste. Pero se hizo en apoyo a ese proyecto de ley trucha y sin convocarse al paro nacional. La solución para los despidos no va a venir de esa cueva de bandidos en que han transformado al parlamento. Los despidos y el ajuste se van a frenar con un paro general y un plan de lucha que le de continuidad. Eso es lo que hay que reclamar y preparar desde abajo. Para exigir la prohibición de despidos y suspensiones, reincorporar a los cesantes, abrir los libros contables de toda empresa que se declare en crisis, repartir las horas de trabajo sin reducir el salario y nacionalizar bajo control obrero toda empresa que cierre o despida, entre otras medidas para que los trabajadores no seamos la variable de ajuste de la crisis capitalista.
Guillermo Pacagnini