El pasado fin de semana viajamos desde el MST-Nueva Izquierda para reunirnos con nuestros compañeros chilenos del BAM (Bloque de Anticapitalistas Movilizados). Con los que entre otros puntos discutimos la grave situación que vive el pueblo Chilota (los habitantes de la isla de Chiloé) producto de la depredación de las pesqueras de salmones en las Islas.
Llegamos al tiempo de una movilización en las calles de Santiago, llevada a cabo por organizaciones de trabajadores y partidos de izquierda en apoyo a los pescadores de la Isla que mantienen cortadas las rutas de acceso a la misma en defensa de sus puestos de trabajo y en contra del desastre ecológico que están produciendo las grandes Salmoneras de origen extranjero en la zona. Como casi siempre la única respuesta del gobierno de Bachelet fue la represión de la movilización apenas pisó la calle.
Hoy, este proceso es el centro de la lucha en Chile y desnuda todos los aspectos que venimos sosteniendo acerca de la crisis del sistema capitalista mundial y que tenía a Chile como un hijo dilecto del neolibe-ralismo en Sudamérica. Es que las grandes pesqueras, que normalmente arrojan miles de toneladas de residuos de salmones a las aguas del pacífico contaminando las aguas de la plataforma de las islas de una belleza sin igual, este año arrojaron diez veces más residuos, lo que sumado al problema de la marea roja ha llevado a una situación sin precedentes: contaminación de las aguas de destino incierto y duradero, desocupación y parálisis de la actividad de los pequeños pescadores, etc. El pueblo entero, que vive de la pesca reaccionó y salió a manifestarse contra el desastre. Cortes de ruta (lo que es absolutamente inusual en Chile), piquetes, organización en asambleas permanentes de los pescadores, todo el pueblo de las islas apoyando, son algunas de las características de este proceso que el gobierno de la Concertación quiere desviar y aplacar, ofreciendo sumas de dinero en compensación que no cubren ni la mitad del salario mínimo. Es en este proceso que los compañeros del BAM están interviniendo con una política muy correcta de denuncia a todo lo que significa el capitalismo extractivista con su secuela de destrucción del medio ambiente a fuer de conseguir mantener sus ganancias; y de apoyo a los trabajadores y pueblo chilota.
El otro aspecto importante de la reunión fue la discusión sobre la situación internacional donde coincidimos en los puntos centrales de caracterización y la política a aplicar. Y quedamos en seguir de cerca discutiendo y apoyando este proceso de intervención del BAM en la realidad de un Chile que vuelve a despertarse en forma nacional luego del proceso de movilizaciones estudiantiles del 2011, demostrando que la crisis del sistema capitalista es mundial y afecta profundamente a los pueblos de los países que ellos mismos ponían como ejemplo.
Gerardo Uceda