Finalmente todos los gremios docentes universitarios firmaron el acuerdo salarial con el gobierno: 35% en tres cuotas este año y vencimiento en febrero de 2017. La firma de Conadu (Histórica), como antes firmaron Conadu y Fedun, cierra esta etapa del conflicto. Aquí van nuestras principales conclusiones sobre la lucha universitaria más masiva de la última década.
Para empezar, lo nuevo es que el macrismo propuso un cambio en la relación de los gobiernos pos 2001 con la universidad y el movimiento estudiantil. Esta vez, apareció un gobierno que pega sobre la universidad y provoca una reacción masiva con epicentro en la UBA. Evidentemente la necesidad burguesa de ajustar hizo que Cambiemos golpee sobre un sector muy sensible al ajuste, con un piso de conciencia alto, con una base social muy antimacrista y con una cobertura de simpatía social fuerte. El gobierno pretendía sub-ejecutar presupuesto y establecer un techo salarial en el orden del 15/20 % para la docencia universitaria. La respuesta del paro docente, las clases públicas y la enorme movilización del 12 de mayo, terminaron cambiando la relación de fuerzas y obligó al gobierno a hacer lo que no quería:
* Destinar 1000 millones de presupuesto que se proponía no ejecutar.
* Casi duplicar la propuesta salarial inicial a la docencia.
Por lo tanto, una primera conclusión es: con una respuesta de lucha unitaria por la base, se puede derrotar el ajuste PRO.
La potencialidad de la unidad docente-estudiantil daba para más
En este punto queremos ser categóricos. El conflicto se cierra con un avance en materia salarial claro y una respuesta presupuestaria que permite garantizar lo mínimo en términos de funcionamiento en las universidades. Sin embargo, cuando el movimiento estudiantil recién estaba entrando en escena, con una acción masiva que estimuló acciones en el interior, que planteó la posibilidad de desarrollar el conflicto en una escala superior –por presupuesto y boleto-, la dirección política de Conadu H –el PCR, UP y PO desde AGD-UBA-, actuaron para cerrar el conflicto. Lo mismo hicieron desde los centros que conducen en el movimiento estudiantil de la UBA, dilatando pronunciarse en torno a la continuidad después de la enorme movilización del 12. El FIT-PO y Patria Grande, las fuerzas que conducen la FUBA, se negaron a fijar rápidamente una nueva marcha educativa nacional y todavía menos, garantizar una coordinación por la base del movimiento estudiantil en la UBA con un Congreso Extraordinario de la FUBA como mocionamos en varias asambleas. Lo llamativo es que PO en La Plata, cuya federación no conduce, exigió «Congreso Extraordinario». Es decir: donde tiene influencia actúa burocráticamente, donde es minoría corre por izquierda. Toda una orientación.
Activando en todo el país contra el ajuste PRO y por otra conducción del movimiento estudiantil
Nuestra corriente estudiantil intervino en el proceso de lucha en las principales universidades argentinas. Con desigualdades según las conducciones radical y peronista en cada lugar, y nuestra fuerza, planteamos siempre una línea: nacionalizar la unidad contra el ajuste educativo, que Centros y Federaciones activen en esa dirección e instancias democráticas de coordinación para resolver el curso de la lucha. Hubo provincias donde prácticamente fuimos casi los únicos que impulsamos el proceso, como en Córdoba o regiones de la Patagonia. En Entre Ríos fuimos animadores claros del proceso arrastrando al kirchnerismo a hacer lo que no quería: movilizar en las calles. De conjunto lo nuevo es que una nueva generación de jóvenes se empezó a foguear en la defensa de la universidad pública y a la vez, a sacar conclusiones de quién es quién políticamente al interior del movimiento estudiantil. Por eso es crucial llevar nuestro balance a cada activista en las aulas, pasillos y mesitas de facultades, profesorados y colegios para que quede claro nuestra posición. Y a la vez volver a remarcar: necesitamos fortalecer una corriente militante que se organice en el MST para luchar por una nueva conducción para Centros y Federaciones. Esa es nuestra orientación central para este período.
Mariano Rosa