El frío que ya se hace sentir en la región contrasta con la caldera social de la lucha contra el ajuste de Cambiemos y el FPV.
Santa Cruz está casi paralizada. Las movilizaciones y cortes de ruta son la postal diaria en casi todas las localidades. A casi tres meses de iniciada la lucha, los docentes llevan 40 días de paro y están con medidas de fuerza ATE, Vialidad, Aprosa, municipales de varias ciudades y los obreros de la construcción nucleados en el Sitraic. En Caleta Olivia los municipales cortan desde hace una semana la ruta 3 porque aún no cobraron abril.
Desde hace 15 días hay un acampe de la Mesa de Unidad Sindical ante la casa de gobierno. Y la pelea se endurece porque Alicia Kirchner y los intendentes siguen ofreciendo en las paritarias sumas ridículas que no superan el 15% de recomposición salarial. También se reclama el cese de la intervención a la Caja de Servicios Sociales, la reincorporación de los 400 estatales despedidos y la reactivación de la obra pública. En este marco la MUS se extiende y fortalece por toda la provincia, coordinando acciones y transformándose en referencia política de la lucha antiajuste.
Macri es cómplice
El gobierno provincial sigue sin dar respuesta a los reclamos y aplica las mismas recetas de Macri: ajuste y represión. La semana pasada envió un proyecto para endeudar a la provincia por $10.000 millones y un impuestazo que intentaron votar con un quórum trucho. Ni una sola medida que afecte las ganancias de las corporaciones beneficiadas durante la fiesta kirchnerista. La movilización de la MUS a la Legislatura impidió la votación, pese a la represión que desató la seguridad privada que responde al vicegobernador Pablo González. Días después la policía detuvo y golpeó a trabajadores que iban al acampe, pero más allá de la represión y los aprietes la lucha sigue firme.
Hace un mes el ministro de Educación Bullrich se había comprometido a intervenir en el conflicto docente, como lo dispone la paritaria nacional. Pero se borró. Y Macri, con la excusa de los millones girados a Santa Cruz durante la década K se niega a aportar recursos como sí lo hace en otras provincias.
Es que el ajuste de Alicia está en sintonía con el del gobierno nacional. Macri condiciona toda asistencia financiera a la «armonización» de la Caja de Previsión Social con la ANSES para liquidar los derechos jubilatorios como en Tierra del Fuego. Por eso la pelea es a dos puntas: contra el ajuste provincial y contra la complicidad del gobierno nacional.
El «modelo» no va más
La pelea actual cuestiona todo el modelo político, económico y social que impuso el FPV en 25 años de gobierno, que significó el vaciamiento del Estado y el saqueo de las riquezas de la provincia en favor de las corporaciones petroleras, mineras y pesqueras junto al enriquecimiento de un grupo de amigos del poder a través de negociados y corrupción.
Para llevar adelante ese modelo montaron un régimen político fraudulento que violenta la voluntad popular, con la ley de lemas y una Legislatura sin representación proporcional. Sin ser la candidata más votada, la propia Alicia asumió la gobernación fruto de la modificación de la ley electoral a último momento para mantener el poder y los negociados del Frente para la Victoria Santacruceño.
Si no solucionan los reclamos, que se vayan
La MUS le pidió dos veces audiencia a Alicia para solucionar el conflicto, pero hasta ahora ella se niega a recibirla. En cambio recibe a la Federación Económica y cámaras empresarias, mostrando su verdadera cara.
Es necesario profundizar la lucha. Si después de gobernar por casi tres décadas no son capaces de resolver los reclamos de los trabajadores y el pueblo, se plantea cada vez más la necesidad de que se vayan. Y que se convoque a elecciones generales y a una Asamblea Constituyente, para que el pueblo santacruceño decida cómo terminar con este modelo de saqueo y corrupción, recuperar todo lo que nos robaron y los bienes comunes, y terminar con la ley de lemas y todo el sistema político corrupto que permitió el vaciamiento de la provincia.
En este camino es preciso ir construyendo una nueva herramienta política de los trabajadores y el pueblo. El FPV es el responsable de la destrucción de Santa Cruz, pero la solución no viene de la mano de Cambiemos, que aplica un brutal ajuste en todo el país. La única salida positiva sólo puede venir de la mano de los propios trabajadores y de la izquierda. Desde el MST creemos necesario que la unidad lograda en la MUS se eleve al plano político en base a un programa para poner todas nuestras riquezas al servicio del pueblo trabajador y democratizar todo el sistema político.
Chubut-Santa Cruz: petroleros resisten los despidos
La masiva marcha del 6 de mayo en Comodoro Rivadavia, impulsada por los petroleros y a la que se sumaron casi todos los gremios, demostró que sobra fuerza y unidad para frenar los despidos.
Como la «estatal» YPF anunció la baja de 14 equipos de perforación hubo otro paro total en todos los yacimientos de Chubut y Santa Cruz, más un bloqueo de camioneros a la planta de despacho de combustibles en Comodoro por el despido de 28 trabajadores.
Luego de tres días de paro y con algunas ciudades ya sin combustible, Trabajo dictó la conciliación obligatoria. Los gremios acataron y tras un acuerdo de pago de indemnizaciones y reincorporación en otra empresa se levantó el bloqueo.
Con su discurso sobre la baja en la producción y en el precio del barril, el gobierno busca allanar el camino para reprivatizar YPF, como sugirió el ministro Prat Gay en Madrid al disculparse ante Repsol. La crisis la deben pagar las petroleras, que se la llevaron en pala cuando el precio del barril superaba los 100 dólares y luego con los enormes subsidios estatales. ¡Ningún despido!
Ushuaia: la receta PRO-K es ajuste y represión
A las dos de la madrugada del martes 31, sin orden judicial y causando siete heridos, policías antimotines encapuchados y gente de civil incendiaron y desalojaron con violencia el acampe de la Unión de Gremios y Jubilados Estatales ante la casa de gobierno en Ushuaia. El conflicto lleva tres meses. El principal reclamo es la derogación del paquetazo de leyes, cuyo eje es la reforma del régimen previsional que liquida el 82% móvil, sube la edad jubilatoria y obliga a los estatales a un aporte «solidario» para paliar el déficit.
Si pese a la dureza del conflicto, la gobernadora K Roxana Bertone sigue adelante y reprime, es en gran medida por el sostén del gobierno nacional. El FPV y Cambiemos son ajuste y represión. La Unión de Gremios llama a continuar la pelea.
En Buenos Aires, junto a dirigentes fueguinos y al Encuentro Memoria Verdad y Justicia, el MST estuvo el mismo martes en la Casa Rosada reclamando una reunión urgente con el ministro Rogelio Frigerio. El miércoles 1º concentramos ante la Casa de Tierra del Fuego. Hay que redoblar la solidaridad para que la lucha fueguina triunfe, exigiendo a CTERA y las centrales sindicales un paro nacional en repudio a la brutal represión.
Emilio Poliak