Macri y los gobernadores son socios de las empresas privatizadas. Hay que frenar los tarifazos con la más amplia unidad y movilización, a la vez que plantear una solución definitiva.
El estupor inicial se transformó en bronca, movilizaciones y frazadazos. En la Patagonia, sobre todo en Santa Cruz, las marchas fueron masivas y el gobierno finalmente tuvo que retroceder. También los clubes barriales porteños lograron una rebaja en sus tarifas de luz. A su vez, el juez Luis Arias hizo lugar a amparos y suspendió provisoriamente los pagos de gas y de Edelap y otras cooperativas eléctricas bonaerenses.
En varias ciudades de dicha provincia se realizaron frazadazos y en La Plata hubo una concurrida convocatoria unitaria. En Rosario, el Día de la Bandera cientos de personas protestaron contra los aumentos y la policía reprimió. En Tigre la bronca explotó por la carestía del transporte fluvial, similar a las del colectivo y el tren.
Cuando este periódico sale a la calle, miércoles 29, en Buenos Aires se realiza una marcha y frazadazo desde Callao y Corrientes al Obelisco, convocados en común por la CTA Autónoma, el MST, Consumidores Libres y otras organizaciones políticas y sociales. La resistencia a los tarifazos se sigue extendiendo por el país.
Para las empresas, todo
Los ajustes tarifarios de Carlos Menem ya están quedando chicos al lado de los de Mauricio Macri. En medio de un duro invierno, en los barrios populares se pasa frío y se hacen malabares para reducir el consumo, por temor a facturas impagables aunque sean mensuales. La desesperación ya se cobró la vida de un humilde albañil que se suicidó en Necochea. Tampoco la pasan bien los pequeños comerciantes: hay persianas bajas y pronósticos de cierres. Aunque el tarifazo es de locos, algunos funcionarios advierten que todavía faltan más ajustes. Y además no mejoró la calidad del servicio, ya que siguen los cortes de luz o baja tensión.
En medio de la inflación galopante y con salarios y jubilaciones que no llegan a fin de mes y a lo sumo reciben un 30% de aumento anual, Macri dispuso un cínico “tope” a la suba del gas… ¡del 400%! Y para colmo, al frente del “ente regulador” Enargas, designó a David Tezanos… ¡el ex presidente de Metrogas, la mayor distribuidora del país!
Las privatizadas son un curro total. Sí te morís de frío, te quedás a oscuras, no tenés agua o tenés que caminar de más para ahorrar en transporte, les importa un carajo. Y si ayer el gobierno K les cuidaba sus ganancias mediante mayores subsidios del Estado, que también salen de nuestros bolsillos, hoy Macri no sólo les sigue aumentando esos subsidios sino que además nos aplica tarifazos brutales e injustificados.
Reestatización: una lucha indispensable
Nosotros vamos a seguir impulsando acciones unitarias contra los tarifazos. Pero reafirmamos que no hay que quedarse en la “estación tarifazo”, porque el problema de fondo son las privatizadas. El proyecto que presentó el PO-FIT en la Legislatura bonaerense plantea retrotraer el aumento, formar “comisiones de control de cuentas” y citar a un virtual “congreso obrero” para debatir la “reconfiguración del sistema de concesiones de servicios públicos”. Pero no propone la única salida efectiva: la reestatización de las privatizadas con control social. Viniendo de un partido de izquierda, es una lamentable capitulación al gobierno y a los capitalistas.
Las privatizadas ocultan sus ganancias y sus costos reales. A partir de auditar sus libros y cuentas bancarias, no hay que “reconfigurar” sino anular sus concesiones y reestatizarlas bajo el control democrático de comisiones de sus trabajadores y usuarios. Así lo establece el proyecto de ley de emergencia eléctrica que Alejandro Bodart presentó en la Legislatura porteña y que el PRO y el PJ-K se niegan a tratar. Ése es el único camino serio para tener servicios públicos eficientes, baratos y de calidad, que estén en función de las necesidades sociales y no de las ganancias de cuatro vivos.
Rubén Tzanoff
