MST - Movimiento Socialista de los Trabajadores Lunes 27 de Agosto, actualizado hace 4 hs.

El verso del segundo semestre. El túnel está a oscuras

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Está terminando junio y la recuperación prometida para el segundo semestre no se ve. A diferencia de lo que anunció Michetti, tampoco se ve «la luz al final del túnel» ni ninguno de los eufemismos que utilizan el gobierno de Cambiemos y sus ministros para intentar convencernos de que «estamos mal, pero vamos bien», frase tristemente célebre desde los ’90 de Carlos Menem.

En cambio, lo que sí vemos los trabajadores y el pueblo es que el gobierno descarga sobre nuestras espaldas la brutal crisis que, según ellos, heredaron toda del kirchnerismo. Muy sueltos de cuerpo nos explican por TV que no hay otro camino que ajustarnos el cinturón. Así nos metieron de entrada la devaluación del peso, que llevó el dólar a $ 15 y aceleró la inflación a un 5 ó 7% mensual. Luego aumentaron el transporte, la luz aumentó del 100 al 300% según las provincias y los combustibles suben sin parar, siendo de los más caros de la región pese a que Argentina es productora. El brutal aumento del gas desató la bronca nacional, que hizo retroceder al gobierno que pretendía aumentos de hasta el 1.300% y que por temor luego bajaron al 400%. Pero la cosa no acaba ahí: el ajuste también incluye despidos, suspensiones y aumentos en paritarias muy por debajo de la inflación, jubilaciones y planes sociales de miseria, mientras la canasta familiar ya ronda los 20.000 pesos.

No hay «luz al final del túnel» ni punto de recuperación de la economía por una sencilla razón: todo el dinero del ajuste se se sigue yendo a manos de los buitres y los bancos, la burguesía y la oligarquía. Los beneficiarios directos de la devaluación son los exportadores industriales y sojeros. La baja de retenciones a la soja y su eliminación a los demás granos y a la megaminería benefician a las grandes corporaciones. Ahora con el blanqueo no sólo premia a los evasores, sino que los va a exceptuar de pagar por años impuesto a la riqueza. Pero a pesar de toda esa plata que les regaló a las corporaciones, como bajó la recaudación de IVA, Ganancias e Ingresos Brutos por la recesión, Macri se enfrenta ante la paradoja de que aumentará el déficit fiscal. Este es el motivo último por lo que no hay que esperar recuperación económica ni mejoras para los trabajadores, más allá de que por la caída en las ventas la inflación se frene un poco, y por eso el gobierno seguirá aplicando más ajuste con la excusa de achicar el déficit y eliminar los subsidios.

Sin mucha fuerza ni méritos propios, la verdadera razón para que Macri aplique semejante plan es la complicidad de las cúpulas políticas y sindicales. El FPV en disgregación deja correr las leyes y decretazos contra el pueblo, buscando reciclarse en un PJ más ortodoxo y «dialoguista» de cara a las elecciones del 2019. Lo mismo hace el massismo, que critica pero vota y acompaña todo el paquete.

Párrafo aparte merecen los burócratas de las tres CGT, que han dejado correr el peor ajuste directo sobre los trabajadores desde la década menemista. Es vergonzoso verlos prometer el 1º de Mayo, ante miles y miles de trabajadores, que enfrentarían al gobierno y su ley anti-despidos, y a menos de un mes anunciar que no harían ningún paro nacional. Es que junto a la «oposición» tradicional, la burocracia sindical forma parte del acuerdo de gobernabilidad que necesita el régimen para que pase el ajuste. A cambio, negocian -entre otras cosas- la recuperación de los fondos de las Obras Sociales que ellos manejan, que significan miles de millones de pesos que el gobierno anterior no les aflojaba.

La única salida de este túnel del terror es enfrentar el ajuste con todas nuestras fuerzas. Exigir a las CGT y las CTA e impulsar desde abajo un paro nacional activo y plan de lucha hasta derrotar el plan de Macri y poner en marcha otro totalmente distinto para que la crisis la paguen los que hoy y siempre se benefician: los capitalistas. Dicho plan debe incluir un aumento general de salarios, jubilaciones y planes sociales que cubra la canasta familiar y se actualice cada tres meses por inflación; la eliminación total del IVA a los productos de consumo popular; el no pago de la deuda externa y el pago de la deuda al pueblo con un plan de empleo en obra pública, salud y educación, entre otras medidas básicas.

Para lograr esa salida, hace falta algo distinto. No se puede confiar más en las viejas direcciones que, como el PJ-FPV, dejaron el país devastado y con su corrupción obscena sirven de justificación para el ajuste sin fin de Macri y Cambiemos. Tenemos que poner en pie una alternativa amplia, unitaria y de toda la izquierda política y social y el verdadero progresismo que realmente quiere enfrentar este plan con medidas antimperialistas y anticapitalistas. Desde el MST-Nueva Izquierda te invitamos a sumarte a nuestro partido para trabajar por esta política de unidad e independencia del imperialismo y de las grandes corporaciones que nos gobiernan desde hace años.

macri66